Traductor: Javier
Guerrero
Año de publicación: 2011
Valoración: entre recomendable y está bien
El
norteamericano Michael Connelly es uno
de los más prolíficos autores de la novela negra actual, legítimo continuador
del clásico hardboiled. Su
protagonista más recurrente es el duro policía de Los Ángeles Hieronymus “Harry” Bosch (ahí queda eso…),
pero también ha escrito otras novelas protagonizadas por personajes secundarios
en las de Bosch, como su hermanastro Mickey Haller o, como en el caso de la que
aquí se reseña, el veterano periodista de “Los Ángeles Times”, Jack McEvoy.
Connelly consigue en esta novela dibujar un thriller vibrante y adictivo, de los que impiden dejar el libro hasta que no se acabe la lectura, con un protagonista más reflexivo que proteico y un malvado pavoroso, como debe ser. De regalo, una interesante descripción del mundo del periodismo (y sus miserias), que el novelista conoce de primera mano, y también de los peligros de la llamada “sociedad de la información”, en la que decimos vivir. Porque…¿información para qué? ¿Y para quién?
Ésta es la pregunta que, en cierto modo nos plantea el libro, aunque sea en forma de novela negra, puro entretenimiento, si se quiere… pero el caso es que la realidad es menos truculenta, sí, pero no menos preocupante, si nos paramos a pensar en ello. Para terminar, creo que en este caso ha sido un error no mantener el título original, “El espantapájaros”. Por más que los “sueños” que nos cuenta Connelly sean, cierto es, especialmente oscuros….
Aunque
es un periodista que, en principio, parece haber llegado a un punto y aparte en
su carrera profesional, puesto que es uno de los afectados por los recortes de
personal que va a efectuar su empresa (sí, en todas partes cuecen habas) por
culpa, cómo no, de la competencia digital. Antes de irse, decide escribir sobre
uno de esos casos sin recorrido aparente, el de un chico negro, un pandillero de
Watts acusado de matar a una joven blanca, aunque la abuela del muchacho
insiste en que es inocente.
El periodista, a pesar del resentimiento hacia
la empresa que le da la patada (o debido a ello, para irse por la puerta
grande, en plan torero), se hace cargo del asunto, saca a la luz las
incongruencias de la investigación oficial y, sobre todo, consigue relacionar
el asesinato con otro cometido en Las Vegas. Lo que ignora es que, entretanto,
alguien, de manera casi omnipresente, vigila todos sus pasos…
Connelly consigue en esta novela dibujar un thriller vibrante y adictivo, de los que impiden dejar el libro hasta que no se acabe la lectura, con un protagonista más reflexivo que proteico y un malvado pavoroso, como debe ser. De regalo, una interesante descripción del mundo del periodismo (y sus miserias), que el novelista conoce de primera mano, y también de los peligros de la llamada “sociedad de la información”, en la que decimos vivir. Porque…¿información para qué? ¿Y para quién?
Ésta es la pregunta que, en cierto modo nos plantea el libro, aunque sea en forma de novela negra, puro entretenimiento, si se quiere… pero el caso es que la realidad es menos truculenta, sí, pero no menos preocupante, si nos paramos a pensar en ello. Para terminar, creo que en este caso ha sido un error no mantener el título original, “El espantapájaros”. Por más que los “sueños” que nos cuenta Connelly sean, cierto es, especialmente oscuros….
Me llama mucho la atención el título del libro. Además me encantan los thrillers, la novela negra, de crímenes...
ResponderEliminarAsí que me la apunto.
La Estupenda
Kiss
Hola,estupenda (estupendo nickname,por cierto):gracias por tu comentario. No sé si el título que te ha interesado es el original o el de la traducción,pero en culquier caso,yo me ratifico de lo dicho en la reseña.
EliminarA big kiss to you,too