Fecha de publicación: 2006
Valoración: Recomendable
Lisey es viuda desde hace dos años. Su marido era el famoso y alabado escritor Scott Landon, quien, como se suele decir, murió "antes de lo que le correspondía" y dejó infinidad de manuscritos, relatos, artículos y (aunque esto último sólo es un rumor) una novela inacabada que no llegaron a publicarse y que le corresponde ordenar a Lisey. También le corresponde decidir qué hacer con todo ese material (¿publicarlo? ¿Entregarlo a una universidad para que sea publicado y estudiado?), algo que no dejan de recordarle los numerosos profesores, estudiosos, catedráticos, curiosos y fans que a menudo la visitan, llaman y escriben, presionándola para que no prive al mundo de los maravillosos escritos que cogen polvo en el antiguo despacho de su marido.
Pero Lisey no tiene ganas de ponerse a ello (bastante tiene con superar que Scott ya no esté a su lado) y echa con cajas destempladas a todos los interesados en el trabajo de éste, hasta que un día llega a su vida Zack McCool, un hombre desequilibrado que amenaza con hacerle daño, si no le entrega el material que guarda en casa al profesor de universidad que, según él, le ha contratado. A pesar de que al principio Lisey no le hace caso, llegará un momento en el que se dé cuenta de que es una persona peligrosa y de que seguramente vaya a matarla, si no le da lo que quiere.
Así que no le quedará más remedio que lidiar con él, mientras se ocupa de su hermana e intenta conservar la vida. Pero, ¿cómo hacerlo todo? Muy sencillo (o no): tiene que llegar al lugar del que Scott sacaba sus ideas, allí donde puede ocurrir todo lo bueno y todo lo malo, que hizo de su marido el hombre que llegó a ser y que marcó también su vida en pareja.
Aunque esta obra no se puede caracterizar propiamente "de terror" (terror es, en mi opinión, lo que sentí al leer El misterio de Salem's Lot, El cementerio de animales o El resplandor), tiene algunos elementos recurrentes de la mayoría de libros de Stephen King: está ambientada en Maine, uno de los personajes es escritor (por lo que se habla mucho del oficio de escribir, de la parte que sucede cara al público y de lo que se vive de espaldas a él), hay momentos de mucha violencia, hay momentos dedicados a la infancia de los protagonistas... así que cualquier aficionado a las novelas de este escritor, cuando empiece a leer este libro, podrá sentirse como en casa: porque todo es familiar y, al mismo tiempo, algo nuevo.
Es importante destacar cómo se describe el matrimonio de los protagonistas. Aunque son una pareja feliz, en ningún momento parecen sacados de un anuncio de Kinder chocolate (menos mal, porque ni resultaría creíble ni estaríamos ante un libro de Stephen King), sino que el autor dedica un considerablemente alto número de páginas a hacer un retrato, en mi opinión, muy realista (quitando la parte fantástica, los desequilibrados, etc., etc.) de lo que es vivir con una persona durante más de veinte años: los buenos momentos, los malos, los días en los que uno no sabe qué está haciendo con su vida, las dudas, las ilusiones, la confianza, los celos, lo bueno y lo malo de conocer al otro, los miedos, las seguridades y las inseguridades, la rutina, la sorpresa... lo que consigue que envolver al lector en la historia y hacer que no despegue la vista del libro hasta pasar la última página. Quizá no es el mejor libro de Stephen King, pero sin duda es una buena lectura.
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