Año de publicación: 2013
Valoración: está bien
Mi primera aproximación a la obra de la madrileña Sofía Rhei fue a través de sus poemarios Las flores de alcohol (La Bella Varsovia, 2005) y Química (El Gaviero, 2007).
Sin embargo, en este caso, voy a hablar de El joven Moriarty. El misterio del dodo, una novela juvenil de misterio y aventuras que Rhei ha ambientado en el marco de la época victoriana y que ha tenido el acierto de ilustrar Alfonso Rodríguez Barrera.
La novela relata un episodio de la infancia de James Moriarty, el
antagonista de algunas de las aventuras de Sherlock Holmes, que no es exactamente malo… todavía, tal y como se
indica en la contraportada del libro. James Moriarty es presentado como un
joven brillante y renconroso, inteligente, al que no le gusta relacionarse con
los demás (excepto, muy de vez en cuando, con su amigo John, el hijo del
jardinero) porque, como él dice, eso de
tener amigos no encaja demasiado con mi carácter. Supongo que las personas
están bien, pero me interesan más otras cosas. Como, por ejemplo, ganar. Se
trata de un chaval curioso y competitivo al que le encanta resolver misterios,
pero sobre todo, hacer de rabiar a su hermana Arabella y ganarle en todo tipo de
retos y competiciones acordadas por ambos.
Esta vez, la apuesta consiste en dar con un espécimen de lo más
peculiar: un pájaro dodo, un ave al que todo el mundo creía extinta, traída por
el tío Theodosius tras uno de sus viajes por el mundo. La desaparición se
produce en la fiesta de recepción que el padre de James y Arabella celebra en
honor del explorador.
Se trata de una obra en la que se mezclan con originalidad el humor,
las sorpresas, los animales curiosos, una multiplicidad de personajes
excéntricos (con referencias históricas y literarias como el biólogo Charles
Darwin, el escritor Lewis Carroll, encarnado por el excéntrico señor Dogson, y
su personaje literario más conocido, Alicia, introducida en la obra bajo el nombre
de Alice Liddell) y otros elementos que conforman una partida de Cluedo en
forma de novela.
Una
lectura atractiva, ¿no? Entonces, ¿por qué se ha valorado simplemente con un “está
bien”?
En primer
lugar, porque aunque las referencias literarias e históricas sean un acierto,
ofreciendo así una doble lectura (para los más jóvenes por un lado y para
lectores experimentados por otro) y la ambientación victoriana se haya construido
con gusto y fidelidad a este tipo de novelas, hay momentos en los que se
aprecia cierta moralina, en defensa de la ecología y el reciclaje, que no queda
del todo disimulada. Es decir, no está insertada totalmente en la historia y
se aprecia cómo la presencia de la voz adulta de la escritora irrumpe en el
tono del narrador, James Moriarty: Hay
muchas cosas que un par de niños inteligentes pueden hacer con todos esos
objetos fascinantes que los adultos tiran a la basura. Quizás sea una
incrédula, pero me cuesta creer que un niño que llama a su caballo Azucarillo sea capaz de expresarse con
frases como Yo, personalmente, creo que
la sinceridad es una virtud muy sobrevalorada o tenga ya una perspectiva
tal sobre la vida como para emitir yo
creo que el futuro es el futuro y el presente es el presente. Es indiscutible. Es por
este tipo de intervenciones por las que el narrador, figura fundamental de El misterio del dodo, no acaba de
resultarme verosímil.
En segundo lugar, en cuanto al diseño editorial de Nevsky Prospects y
las ilustraciones, he de decir que lo primero que me atrajo del libro, además
del hecho de que fuera una obra escrita por Rhei, autora a la que sigo muy de
cerca porque siempre sorprende con algo novedoso y original, fue la portada.
Cada vez encontramos un mayor número de propuestas ilustradas dentro del ámbito
de la literatura juvenil, una apuesta impulsada quizás por el tirón de la novela
gráfica o el libro álbum. En este caso, las ilustraciones, que sirven más como
apoyo al texto que como un elemento que intervenga en la trama y la haga
avanzar (algo que, a mi parecer, habría resultado muy interesante aprovechando
la intriga y el misterio que rodea a la desaparición del dodo).
Por último, de manera independiente a mi experiencia lectora, me gustaría indicar que se trata de una novela que ha funcionado muy bien entre el alumnado de tercero de Secundaria. Los alumnos se han entretenido y la trama los ha atrapado desde el principio, por lo que, a pesar de las pegas observadas, quizás haya que tenerla en cuenta de cara a lectores jóvenes.
Por último, de manera independiente a mi experiencia lectora, me gustaría indicar que se trata de una novela que ha funcionado muy bien entre el alumnado de tercero de Secundaria. Los alumnos se han entretenido y la trama los ha atrapado desde el principio, por lo que, a pesar de las pegas observadas, quizás haya que tenerla en cuenta de cara a lectores jóvenes.
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