Idioma original: inglés
Título original: The Deep Range
Fecha de publicación: 1957
Valoración: se deja leer
Ya se sabe que Arthur C. Clarke, autor de 2001: Una odisea del espacio, es todo un clásico de la ciencia ficción. Yo lo conocí del mismo extraño modo que a Borges, a través de un relato recogido en El retorno de los brujos, de Pauwels y Bergier (como conté aquí). Por eso mismo tenía ganas acumuladas de hincarle el diente a algo suyo desde haycía tiempo. Lamentablemente, creo que no he elegido muy bien.
En las profundidades se sitúa en un siglo XXI que parecía muy lejano en los años 50 en que se escribió. La tecnología ha avanzado, desde luego, como corresponde al género, pero sobre todo en dos ámbitos: viajes espaciales y explotación intensiva de todos los recursos naturales del planeta. Se narra la historia de un astronauta que, tras sufrir un accidente en el espacio, debe cambiar de vida para adaptarse a la nueva misión que le asigna el Estado Científico Mundial: pastor ballenero.
Ese es en realidad, por extraño que parezca, el meollo del libro: las ballenas. En el futuro imaginado por Clarke, las ballenas han sido prácticamente domesticadas como fuente alimenticia. Sus migraciones son controladas por gigantescas barreras de sonido en el mar y una nutrida flota de pastores balleneros las sigue de cerca montados en minisubmarinos. Esto estaría muy bien y daría un toque curioso a la novela si se limitara a ser parte del paisaje. Sin embargo, a medida que lees te vas dando cuenta de que en realidad es justo lo que Clarke quería contar. Es decir, al margen de las implicaciones prácticas y morales del pastoreo de ballenas, se encuentra más bien poca materia novelesca. Los personajes no son creíbles por planos, y la evolución (más bien mínima) del protagonista es del todo predecible.
Aún así, el libro no deja de tener sus virtudes. Siempre hace gracia comprobar cómo imaginaban el futuro en los 50. Mucha valla supersónica bajo el mar pero poco Internet, claro. También es curioso contemplar la fe que derrocha Clarke en las posibilidades que la tecnología ha de brindar al ser humano para vivir en paz con su entorno. Cuánta inocencia.
Hola.
ResponderEliminarYo cuando era "joven" lei "Cita con Rama" de este autor y me gusto mucho.
Tambien en esa epoca y de esa epoca lei varios libros de Samuel R. Delany (Babel-17) , Philip K Dick (Los clanes de la luna alfana ) que me cautivaron. Si los releyera hoy pienso que también me resultarian inocentes, la ciencia ficcion envejece mal bajo mi punto de vista .
Un saludo
Muchas gracias por tu comentario, Anónimo. La verdad es que esta experiencia regular no me ha quitado las ganas de seguir leyendo ciencia ficción. Así que puede que lo intente con Cita con Rama. Espero que esto de que a uno le parezca inocente la ciencia ficción no sea un indicador de edad, porque me tendría que empezar a preocupar a mis treinta, jejeje...
ResponderEliminarUn abrazo
Por ultimo ............
ResponderEliminarEntrañable la foto del libro. La mayoria de mis libros de ciencia ficcion eran de esa coleccion y de Nebulae, estos eran grises .
Tengo muchos de estas dos colecciones durmiendo el sueño de los justos en el trastero.
Fdo: FJPL65
Un saludo