Título original: Sedam Smrtnih Grehova
Año de publicación: 2003
Valoración: muy recomendable
Traducción: Dubravka Suznjevic
Roberto Calasso (Florencia, 1941) acuñó hace unos años el concepto de Literatura Absoluta, definiéndola como "una concepción de la obra literaria que no rinde tributo a nadie sino a la forma". Siguiendo esa definición, podemos afirmar que el libro Siete pecados capitales es un ejemplo de esa literatura absoluta de la que habla Calasso.
Pavić nos ofrece en este breve libro siete relatos aparentemente independientes entre sí, pero conectados por la presencia de un espejo que alguien ha pintado y que tiene un pequeño agujero en una esquina, posiblemente el punto en el que se unen dos mundos que, en apariencia, siempre han estado separados.
En estos relatos conoceremos, entre otras cosas, a los personajes de un cuento que invitan a uno de sus lectores a que pase la tarde con ellos, a un hombre atrapado en un reflejo, al propio Milorad Pavić, que resulta ser el protagonista de una de las historias, y un curioso juego que el autor propone a sus lectores y que, afirma, si se realiza como es debido, puede hacer que uno encuentre el amor de su vida.
Escritos haciendo uso de una prosa excelente, los relatos de Siete pecados capitales se caracterizan, sin duda, por tener un sinfín de lecturas y significados. Todo en estas historias es un juego, una espiral de referencias, sueños, luces y sombras en la que todos los personajes y situaciones acaban siendo reflejos de otros personajes y otras situaciones, y en la que incluso el lector termina tan implicado en lo que está leyendo, que acaba siendo un personaje más de esta obra.
También de Milorac Pavić en ULAD: El último amor en Constantinopla
Pavic es un escritor que me encanta y este libro está muy bien. Deseo añadir que hay un cuento en el que las protagonistas son personajes de otros libros del mismo autor.
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