Idioma original: francés
Título original: La Vérité sur l'Affaire Harry Quebert
Año de publicación: 2012
Valoración: decepcionante, o no. Depende.
Traducción: Juan Carlos Durán Romero
Nos la quieren meter doblada otra vez. Esto es así. Pero es primero de julio y lunes y lo mejor será tomárselo todo con humor.
Hay un montón de cosas por comentar y necesito un orden... Empecemos por la faja, que la tengo a mano:
Y ahora, dos citas escogidas de la contra y la solapa:
A estas alturas os estaréis preguntando de qué va el libro. Os entiendo. Pero antes quisiera mencionar sólo por encima una cuestión que me ronda la cabeza en los últimos meses sobre los libros cuyos protagonistas o personajes principales son escritores. Qué. Está. Pasando. Los hay buenos, malos y regulares, claro, no voy a entrar en generalizaciones cualitativas, pero de un tiempo a esta parte, no sé si ha sido suerte u otra cosa que tendría que hacerme mirar en el médico, a mi alrededor brotan textos así como champiñones. A saber, por encima: Moo Pak, Twist, Magma, Siberia, El joven Nathaniel Hathorne, X, La vida interior de las plantas de interior, Mr. Gwyn... Hay más, pero no es el momento. Repito: qué está pasando. Volvamos al libro: ¿de qué iba?
Pues de un ¡joven escritor de gran éxito! que tratará de esclarecer el crimen presuntamente cometido más de treinta años atrás por un ¡viejo escritor de gran éxito! que es, por cierto, su mentor y amigo. Esto es un no parar, reconozcamoslo. El tema es que, al poco de empezar la novela, desentierran los huesos de una niña de 15 años (¡adolescente escritora de gran- nooo, es broma, es broma) desaparecida 33 años atrás y con quien el famoso mentor tuvo una relación cuando él contaba 34. Bastante sórdido, eso de ella tuviera quince, por mucho amor que diga haber sentido el personaje hacia la niña. A lo largo de la novela, en cualquier caso, el protagonista (Marcus Goldman, joven escritor de éxito, etc.) ejercerá de detective con la intención de averiguar "la verdad sobre el caso Harry Quebert" y, con suerte, liberar de la cárcel a su viejo amigo, a quien considera inocente del crimen, escribir un libro sobre el proceso, etc.
Esto es: un thriller en toda regla. Niña asesinada, hombre en prisión, investigador civil, dudas, secretos, mentiras,confesiones, personajes de última hora.
Añadimos a esto: numerosas reflexiones sobre el acto de escribir, sobre el sentido de la escritura, sobre el negocio de la escritura, sobre la página en blanco. Y un libro misterioso. Y metaliteratura.
Vamos con Roth y Nabokov (supongo):
Salpimentamos con: la historia de amor entre el viejo escritor (Harry Quebert, que no lo había dicho) y la niña de 15 años.
Por último: como a los dos escritores les gusta el boxeo, se pegarán algunos sopapos en plan deportivo y hablarán también de eso de atizar, buscándole simetrías con eso de escribir.
No me extenderé, lo diré escuetamente, estoy seguro de que otros lectores hablarán de ello: contar una historia de amor entre un tío de 34 y una niña de 15 NO BASTA para relacionar un libro con Nabokov. Asimismo, incluir reflexiones sobre el boxeo NO BASTA para relacionar un libro con Roth. Establecer esa relación es reírse de los lectores. Es engañar. Es querer metérsela doblada a quien busca una determinada lectura. Es tener unos cojonazos de aúpa. Y, en último extremo, es culpa nuestra seguir haciendo caso de todas las barbaridades que se dicen de un libro. Lo de Franzen (ver cita, más arriba) ya me lo explicarán. Alguien. En alguna parte. Sobrio.
Por supuesto, esta flipada de los editores no tiene que ver con el autor ni con el texto en sí; en una entrevista reciente, Joël Dicker confiesa que su única intención era escribir un buen libro y ya está. Vale, ok: bien por él.
El libro tiene cosas buenas: entretiene, se lee fácil, busca sorprender. Eso tiene de bueno. Lo que pasa es que a las tres cosas se les pueden poner peros:
Entretiene: porque ninguna reflexión puesta en boca de los personajes es profunda o convincente, ni siquiera las referidas a la literatura. Todo es ligero, superficial, tópico. Hueco. Entretiene como un reality de investigación criminal (que ya están tardando. Hasta les doy un título: Mastercrime).
Se lee fácil: y tanto. Aproximadamente el 80% del texto son diálogos, o diálogos indirectos. Pim, pam, pum. Ningún interés en labrar la palabra (ay, Nabokov), toda la maquinaria puesta al servicio de la trama. Prosa simple, eficiente, invisible. Hay capítulos en los que el protagonista habla con más gente que yo en una semana. Un infierno, en verdad os digo.
Busca sorprender: 700 páginas dan para muchos giros, y ciertamente algunos están bien. El problema viene cuando a falta de unas 150 páginas para el final el autor quiere rizar el rizo, y girar, y volver a girar y, desde mi punto de vista, se cae. Un mareo, un absurdo. Y claro: en las últimas 50 páginas tiene una liada pero tan grande que se pasa 40 tratando de poner orden, explicar, re-explicar, aparentar normalidad, recortar los numerosos flecos... y a pesar de ello deja una sensación de la cosa no está bien, de que flaquea. El problema de los fuegos artificiales es que, cuando terminan, sólo queda humo.
En cuanto a la relación entre hombre y niña, tema capital del libro (es un decir: no hay un tema en el libro), me gustaría apuntar una cosa: la ninfa en cuestión (Nola) es, por si no teníamos suficiente con las neuras del protagonista, un personaje abofeteable de puro cándido. En serio. No tiene ningún puto sentido que un tío más o menos adulto se interese por una cría que sólo habla (no miento) con ¡exclamaciones! y cuyas frases más habituales son "¡te quiero!", "¡es muy bonito!", "¡me gusta mucho!", "¡tienes que escribir, mi amor!" y otras por el estilo. No pasa de ese encefalograma plano, a pesar de lo que de ella se diga hacia la mitad del libro: creedme. Por eso un lector más o menos suspicaz pensará que: a) el viejales tiene algún tipo de tara mental (no se menciona en el texto) o, más probablemente, b) la niña está superdesarrollada y, además, buenísima (se sugiere, pero tampoco se menciona). La trama habría sido más honesta y verosímil si, simplemente, el autor hubiera puesto negro sobre blanco que la muchacha era algo espectacular. Pero no: que si sus gráciles movimientos, que si su luminosa energía, que si su alegría de viVAMOS, HOMBRE.
Ya termino, perdón. La conclusión vendría a ser que es una lectura poco exigente, apropiada para el verano, puro best seller con aroma ("recuerdos", dicen los chefs modernos) a eso de escribir novelas, Dan Brown sin Dante, Larsson sin Lisbeth Salander, Stephen King sin el payaso de It, prácticamente un guion cinematográfico con algo de sexo, con algunas escenas moñas y otras violentas, con personajes capaces de decir, sin vergüenza, "senos generosos" (¡senos generosos! ¡no me jodas! ¿cómo de generosos? ¿cuánto de generosos?) y, en fin, qué puedo añadir, ya os hacéis una idea. A mí me ha decepcionado profundamente, pero estoy seguro de que mucha gente disfrutará del libro como de un filete, se venderá a lo grande y ayudará a cuadrar las cuentas de los libreros, que falta nos hace. Lo mejor de la novela, por cerrar con una sonrisa, son las conversaciones del protagonista con su madre: puro absurdo, excepcionales para animar el ambiente entre dramas y muertos, cachondísimas. Lástima que sean tres.
Título original: La Vérité sur l'Affaire Harry Quebert
Año de publicación: 2012
Valoración: decepcionante, o no. Depende.
Traducción: Juan Carlos Durán Romero
Nos la quieren meter doblada otra vez. Esto es así. Pero es primero de julio y lunes y lo mejor será tomárselo todo con humor.
Hay un montón de cosas por comentar y necesito un orden... Empecemos por la faja, que la tengo a mano:
El mayor fenómeno editorial de los últimos años: un joven suizo de 27 años con un thriller monumental, número 1 en ventas en Francia.
Premio Goncourt des Lycéens, Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa.Uno está empezando a perder la fé en los franceses, a quienes tenía en alta estima ya ni me acuerdo de por qué. Leo por ahí que esta novela quedó finalista del premio Goncourt y que no ganó por un voto. Un voto de nada. Casi como perder en penaltis. Yo entiendo que no todos los años son igual de buenos, como pasa con el vino, que no siempre hay obras geniales a las que premiar, pero si nos suena que el Goncourt es o era un premio prestigioso y miramos en wikipedia comprobamos que, entre los ganadores, hay gente como Houellebecq, Maalouf o Duras (y antes, Malraux, Proust...). La conclusión de esto es que a los franceses, sea como fuere, se les ha ido la olla: por un voto.
Y ahora, dos citas escogidas de la contra y la solapa:
Recuerda a Philip Roth, Jonathan Franzen o Woody Allen.
Descrita como un cruce entre Larsson, Nabokov y Philip Roth.A esto me refería con mi frase inicial: meter doblada. Ese concepto. Fue por culpa de estas campanas sobre Nabokov y Roth y Franzen (lo de Woody Allen supongo que tiene que ver con las llamadas telefónicas de la madre, pero ya llegaremos a eso) que me venció la curiosidad y leí el libro, a pesar de sus casi 700 páginas y de que andaba metido en otras lecturas. Pero joder: ¡Nabokov! ¡27 años! ¡Goncourt! ¡Liberté! ¡Fraternité! ¡Zidane!
A estas alturas os estaréis preguntando de qué va el libro. Os entiendo. Pero antes quisiera mencionar sólo por encima una cuestión que me ronda la cabeza en los últimos meses sobre los libros cuyos protagonistas o personajes principales son escritores. Qué. Está. Pasando. Los hay buenos, malos y regulares, claro, no voy a entrar en generalizaciones cualitativas, pero de un tiempo a esta parte, no sé si ha sido suerte u otra cosa que tendría que hacerme mirar en el médico, a mi alrededor brotan textos así como champiñones. A saber, por encima: Moo Pak, Twist, Magma, Siberia, El joven Nathaniel Hathorne, X, La vida interior de las plantas de interior, Mr. Gwyn... Hay más, pero no es el momento. Repito: qué está pasando. Volvamos al libro: ¿de qué iba?
Pues de un ¡joven escritor de gran éxito! que tratará de esclarecer el crimen presuntamente cometido más de treinta años atrás por un ¡viejo escritor de gran éxito! que es, por cierto, su mentor y amigo. Esto es un no parar, reconozcamoslo. El tema es que, al poco de empezar la novela, desentierran los huesos de una niña de 15 años (¡adolescente escritora de gran- nooo, es broma, es broma) desaparecida 33 años atrás y con quien el famoso mentor tuvo una relación cuando él contaba 34. Bastante sórdido, eso de ella tuviera quince, por mucho amor que diga haber sentido el personaje hacia la niña. A lo largo de la novela, en cualquier caso, el protagonista (Marcus Goldman, joven escritor de éxito, etc.) ejercerá de detective con la intención de averiguar "la verdad sobre el caso Harry Quebert" y, con suerte, liberar de la cárcel a su viejo amigo, a quien considera inocente del crimen, escribir un libro sobre el proceso, etc.
Esto es: un thriller en toda regla. Niña asesinada, hombre en prisión, investigador civil, dudas, secretos, mentiras,confesiones, personajes de última hora.
Añadimos a esto: numerosas reflexiones sobre el acto de escribir, sobre el sentido de la escritura, sobre el negocio de la escritura, sobre la página en blanco. Y un libro misterioso. Y metaliteratura.
Vamos con Roth y Nabokov (supongo):
Salpimentamos con: la historia de amor entre el viejo escritor (Harry Quebert, que no lo había dicho) y la niña de 15 años.
Por último: como a los dos escritores les gusta el boxeo, se pegarán algunos sopapos en plan deportivo y hablarán también de eso de atizar, buscándole simetrías con eso de escribir.
No me extenderé, lo diré escuetamente, estoy seguro de que otros lectores hablarán de ello: contar una historia de amor entre un tío de 34 y una niña de 15 NO BASTA para relacionar un libro con Nabokov. Asimismo, incluir reflexiones sobre el boxeo NO BASTA para relacionar un libro con Roth. Establecer esa relación es reírse de los lectores. Es engañar. Es querer metérsela doblada a quien busca una determinada lectura. Es tener unos cojonazos de aúpa. Y, en último extremo, es culpa nuestra seguir haciendo caso de todas las barbaridades que se dicen de un libro. Lo de Franzen (ver cita, más arriba) ya me lo explicarán. Alguien. En alguna parte. Sobrio.
Por supuesto, esta flipada de los editores no tiene que ver con el autor ni con el texto en sí; en una entrevista reciente, Joël Dicker confiesa que su única intención era escribir un buen libro y ya está. Vale, ok: bien por él.
El libro tiene cosas buenas: entretiene, se lee fácil, busca sorprender. Eso tiene de bueno. Lo que pasa es que a las tres cosas se les pueden poner peros:
Entretiene: porque ninguna reflexión puesta en boca de los personajes es profunda o convincente, ni siquiera las referidas a la literatura. Todo es ligero, superficial, tópico. Hueco. Entretiene como un reality de investigación criminal (que ya están tardando. Hasta les doy un título: Mastercrime).
Se lee fácil: y tanto. Aproximadamente el 80% del texto son diálogos, o diálogos indirectos. Pim, pam, pum. Ningún interés en labrar la palabra (ay, Nabokov), toda la maquinaria puesta al servicio de la trama. Prosa simple, eficiente, invisible. Hay capítulos en los que el protagonista habla con más gente que yo en una semana. Un infierno, en verdad os digo.
Busca sorprender: 700 páginas dan para muchos giros, y ciertamente algunos están bien. El problema viene cuando a falta de unas 150 páginas para el final el autor quiere rizar el rizo, y girar, y volver a girar y, desde mi punto de vista, se cae. Un mareo, un absurdo. Y claro: en las últimas 50 páginas tiene una liada pero tan grande que se pasa 40 tratando de poner orden, explicar, re-explicar, aparentar normalidad, recortar los numerosos flecos... y a pesar de ello deja una sensación de la cosa no está bien, de que flaquea. El problema de los fuegos artificiales es que, cuando terminan, sólo queda humo.
En cuanto a la relación entre hombre y niña, tema capital del libro (es un decir: no hay un tema en el libro), me gustaría apuntar una cosa: la ninfa en cuestión (Nola) es, por si no teníamos suficiente con las neuras del protagonista, un personaje abofeteable de puro cándido. En serio. No tiene ningún puto sentido que un tío más o menos adulto se interese por una cría que sólo habla (no miento) con ¡exclamaciones! y cuyas frases más habituales son "¡te quiero!", "¡es muy bonito!", "¡me gusta mucho!", "¡tienes que escribir, mi amor!" y otras por el estilo. No pasa de ese encefalograma plano, a pesar de lo que de ella se diga hacia la mitad del libro: creedme. Por eso un lector más o menos suspicaz pensará que: a) el viejales tiene algún tipo de tara mental (no se menciona en el texto) o, más probablemente, b) la niña está superdesarrollada y, además, buenísima (se sugiere, pero tampoco se menciona). La trama habría sido más honesta y verosímil si, simplemente, el autor hubiera puesto negro sobre blanco que la muchacha era algo espectacular. Pero no: que si sus gráciles movimientos, que si su luminosa energía, que si su alegría de viVAMOS, HOMBRE.
Ya termino, perdón. La conclusión vendría a ser que es una lectura poco exigente, apropiada para el verano, puro best seller con aroma ("recuerdos", dicen los chefs modernos) a eso de escribir novelas, Dan Brown sin Dante, Larsson sin Lisbeth Salander, Stephen King sin el payaso de It, prácticamente un guion cinematográfico con algo de sexo, con algunas escenas moñas y otras violentas, con personajes capaces de decir, sin vergüenza, "senos generosos" (¡senos generosos! ¡no me jodas! ¿cómo de generosos? ¿cuánto de generosos?) y, en fin, qué puedo añadir, ya os hacéis una idea. A mí me ha decepcionado profundamente, pero estoy seguro de que mucha gente disfrutará del libro como de un filete, se venderá a lo grande y ayudará a cuadrar las cuentas de los libreros, que falta nos hace. Lo mejor de la novela, por cerrar con una sonrisa, son las conversaciones del protagonista con su madre: puro absurdo, excepcionales para animar el ambiente entre dramas y muertos, cachondísimas. Lástima que sean tres.
Que Ladrillo... Yo lo quemaba.
ResponderEliminarYo leyendo La guerra del fin del mundo, de Don Mario... Y tu con esto... Que masoca!!
Hay fallos, cierto, muchos, pero su reseña me parece excesivamente dura.
ResponderEliminar
ResponderEliminarLlevo la mitad del libro leída y tengo una opinión muy parecida, es entretenido sin mucho mas... y para eso...
El que escribió la reseña es, como la mayoría de "críticos" literarios, un escritor fracasado que gasta su poco talento escribiendo unas líneas resentidas y envidiosas del éxito ajeno.
ResponderEliminarhttp://www.bizarriasdebelisa.com/2013/06/la-verdad-sobre-el-caso-harry-quebert.html
ResponderEliminarBahhh!!!. La crítica en este blog es una de las pocas negativas que tiene este libro.
No lo he leído. No creo que lo haga. Pero no nos pasemos de listos con determinados análisis. Si tuviese reflexiones profundas, seguro que tú, u otros, lo calificarías de pedante, de fatuo. Ah,y "senos generosos" es correcto. Según la RAE: 3. adj. Abundante, amplio. Plato generoso. Escote generoso. Por cierto, sí he leído a Nabokov, y me parece un ladrillo.
ResponderEliminarVaya: en ocho minutos tres anónimos en la misma línea, aunque con argumentaciones diferentes... Hmmm...
ResponderEliminarEl primero usa esa estrategia de meterse personalmente con el autor de la reseña cuando no le gusta esa reseña; el segundo, opone a la reseña otra que dice cosas distintas.
Nada que decir a esos dos primeros.
Al tercero sí, pero no sobre lo que yo haría o dejaría de hacer "si...". Cuando lo lea, ya me dirá si dichas reflexiones le parecen o no sustanciosas.
Sobre lo de los senos: desde luego que es correcto, yo no he dicho lo contrario. Lo que me parece fuera de lugar es el uso corriente en una conversación cotidiana, como de hecho sucede en el libro. Es una frase pronunciada por un personaje. Muy fuera de lugar, especialmente por el tono que usa ese personaje al hablar.
Nabokov: no tengo nada que decir sobre lo que le gusta o le disgusta. A mí Nabokov me parece un maestro.
Paciencia, lo malo de leer buena literatura, es que te impide disfrutar de los libros malos y este lo es y mucho, no llega a ser un mal guión para una serie, que por cierto tambien se hizo y como producto es bastante mejor que el libro.
EliminarA aquellos que lo disfrutaron, perfecto, tienen la suerte de no haber leído todavía una enorme cantidad de libros mucho mejores
Se puede adornar como se quiera, pero una reseña que entre otros "argumentos" para criticar un libro menciona el hecho de que el 80% son diálogos no me parece seria. No todos los libros pueden ser Los pilares de la tierra y sus interminables descripciones. Todos los libros tienen su público y este seguramente gustará a mucha gente. Es evidente que lo que dice la contraportada es un chiste, ......, pero quien es el pardillo que compra en libro por las reseñas que aparecen en la contraportada. Que van a poner: "el libro más fácil de leer del mundo, a la altura de cualquiera de Harry Potter"
ResponderEliminarPues anda que criticar un libro por las reseñas de la contraportada .......
ResponderEliminarComo tu dices: flipado me has dejado.
No se confunda: critico, primero, la campaña editorial para promocionar la novela y critico, después, la pobreza del texto y la mala resolución de la trama.
ResponderEliminarVaya, parece que hemos topado con el club de fans de Joël Dicker.
ResponderEliminarAtaques personales al margen, la crítica de Iván está más que clara: es un libro que se intenta vender comercialmente como si fuera más de lo que es ("gran literatura" o "alta literatura", si se quiere), cuando en realidad es una obra de consumo fácil.
E incluso sin esa contradicción entre lo que dicen que es y lo que realmente es, la reseña apunta problemas que son del texto y solo del texto: excesivos giros argumentales, falta de profundidad en los temas, diálogos inverosímiles...
En fin, que al 99% de la crítica puede haberle encantado, pero yo personalmente no pienso leérmela.
Vaya, parece que hemos topado con el club de detractores de Joël Decker. La crítica es muy clara, y manifiesta una opinión muy respetable. Dicho esto, me parece un libro correctamente escrito, que hace pasar un buen rato, y que no tiene fallos reseñables. En cuanto a la "mala resolución de la trama" podríamos aplicar el dicho: a gustos, colores.
ResponderEliminarY por cierto, también me encanta Nabokov.
¿Club de fans de Joël Decker?
ResponderEliminarYo creo que usted pertenece al club de detractores de Joël Decker, y me parece bien. Lee una reseña de un libro en internet y decide no leer un libro, está usted en su derecho. Pero no diga que nadie pertenece a un club de fans solo porque usted ha decidido no leer un libro.
Nunca creí que Babelia de El País pudiera caer tan bajo. 3 ó 4 páginas dedicadas a este bodrio, que leí, creí y compré para perder el tiempo en una novelita de mucho peso (700 pags.). No la comentaré porque estoy plenamente de acuerdo con la crítica que le haces. Yo sería más duro. Esto no es ni escritura de bestseller, es mecanografía.
ResponderEliminarInsisto lo de El País, vergonzoso. Alfaguara es del grupo Prisa y eso no justifica la venta de sus críticos y menos la utilización comparativa de escritores serios. De juzgado de guardia.
Es un libro entretenido y bien escrito.
ResponderEliminar80/100
Es un libro entretenido y bien escrito.
ResponderEliminar80/100.
Pero claro, hay quien cree que va a leer a Tolstoi, y así les va.
¿Prisa? ¿Alfaguara? Esto ya parece fútbol.
ResponderEliminar¿Es vergonzoso que a alguien le guste un libro porque a ti no te guste?
jajajajaj En que país vivimos!!!
Por curiosidad: si este libro está en 80/100, qué puntuación tiene Tolstoi, ya que lo mencionas?
ResponderEliminarPor cierto:
ResponderEliminar"Ella llevaba una camisa a cuadros, blue jeans, zapatillas de goma. Cada movimiento que hacía en las salpicaduras de sol punzaba la cuerda más secreta y sensible de mi cuerpo abyecto"
Frase del libro Lolita de Nabokov.
Ya veo, estas palabras se usan mucho más habitualmente que "generosos"
No creo que estemos hablando de Tolstoi, me temo.
ResponderEliminarLo he descargado de una pagina de libros electronicos en formato Epub. Gratuito. Hw terminado de leer dos libros de ensayos de Stephen Jay Gould al que adoro, y me ha apetecido algo ligero y facil de leer. Entretenida. Mejor que las lecturas de John Verdon.
ResponderEliminarMuy buena reseña, que confirma mis sospechas. Por un momento me he asustado, al empezar a leer la cita de Nabokov del Anónimo, porque me ha parecido cojonuda y si eso estaba en este libro de Dicker, entonces no cabía hablar de prosa invisible... Pero contraponer esta cita a "senos generosos" ya lo dice todo: es un libro para gente a la que Nabokov le parece un "tostón". Eso es lo que debería decir la faja, para alertar a lectores incautos.
ResponderEliminarNere no te enteras. La obra de Nabokov es una obra maestra y esta no lo es. Pero no se puede incidir en el uso de una palabra en un contexto porque en todo libro hay líneas mejores y peores. También en el de Nabokov.
ResponderEliminarY no todas las personas a las que les encanta Nabokov van a encontrar este libro repulsivo. Eso es generalizar: "si te gusta Nabokov, odias el libro de Dicker" "si Nabokov te parece un tostón, te encantará Dicker". Vamos, ridículo.
Tienes más razón que un santo. Inexplicable el bombo que le han dado no solo en la editorial sino en medios como El País, que hasta le han dedicado una portada en el Babelia. ¿A dónde vamos a llegar? Yo no he podido pasar de la página 50. Vacuo se queda corto para definir este libro.
ResponderEliminarLo peor es que creo que, en la reseña, he sido hasta benevolente...
ResponderEliminarSe queda corto. Es el peor libro que he leído este año, un año de lecturas noir horrorosas, por cierto. Otro thriller Flanders para señoritas, de los que se llevan, con muertecita, histeria de amor, batidos, pizzas y heladitos. Un horror vendido como una obra maestra. Socorro. Me vuelvo al XIX.
ResponderEliminarVaya, Parece que estamos en una reunión de grandes intelectuales que deciden lo que debe y lo no debe gustar al público soberano. No soy gran lector, es verdad, pero sé lo que me gusta y lo que no y está novela consigue mantener en vilo mi atención, cosa que no han hecho otros autores pertenecientes al olimpo de los grandes escritores. Dejen de criticar lo que no está de acuerdo con sus ideas y comprendan a la gente que busca en la lectura una manera de ausentarse durante un rato, por el motivo que sea, de la realidad y disfrutar.
ResponderEliminarTenía muchas ganas de leer esta novela, tanto por lo que decían sobre ella como por la propia trama: me encanta la novela negra y, en verano, me resulta muy relajante.
ResponderEliminarDesgraciadamente, los personajes me parecieron caricaturescos (aunque temo que el autor no quería eso) y la trama me sonaba falsa. Los diálogos estaban cargados de tópicos y las situaciones que se describían me parecían tópicos que el autor no se había molestado ni en elaborar. No es que yo esperase un novel de literatura, al contrario, tan solo quería una novela de misterio entretenida, pero el libro no cumplió mis expectativas.
Algunos de los lectores de este blog parece que disfrutaron mucho con el libro (algunos incluso parecen la madre del autor, defendiendo su honor). Enhorabuena. Me alegra que os gustara, y no creo que seáis más listos ni más tontos por ello, más refinados ni más incultos. Posiblemente os atrajeron cosas que a mí no me interesan en un libro, o quizá yo no supe captar al autor. Pero el hecho es que yo, personalmente, no recomendaba el libro.
"algunos incluso parecen la madre del autor..."
ResponderEliminarEn fin, sin "tópicos" comentarios
Estoy totalmente de acuerdo con el autor de esta reseña. ¿Se le ha olvidado a la gente lo que es de verdad una obra maestra?. Como se puede decir que el escritor viejo (harry) ha escrito una obra que es referencia en las escuelas de su país y a continuación extraer un párrafo de dicha novela en la que no da muestras de ninguna calidad literaria (mi hijo de 14 años tiene más hondura). Conclusión: entretenidilla sin más.
ResponderEliminarPor cierto yo creo que la crítica que se ha hecho aquí, no va referida a los lectores que han disfrutado de la novela , sino al calificativo de obra maestra. Yo también me vuelvo al siglo XIX.
ResponderEliminarEn mi opinión la reseña de Iván es lo que hubiera querido leer en Babelia y otros...La novela es mala de narices,ridícula.Da vergüenza ajena.He tirado el dinero y el tiempo por culpa de críticos vendidos o incompetentes.Gracias Iván.Saludos
ResponderEliminarGracias a ti. La verdad es que después de leer esto:
ResponderEliminar(El Cultural): http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/33131/La_verdad_sobre_el_caso_Harry_Quebert
y esto:
(La Vanguardia): http://www.lavanguardia.com/magazine/20130712/54376509633/joel-dicker-reportaje-magazine.html
y más, pero para qué seguir, he llegado a pensar que yo había leído un ejemplar defectuoso, porque no puede ser que estemos TAN en desacuerdo, pero tanto.
Gracias iIVAN, suscribo en su TOTALIDAD, tu crítica...
ResponderEliminarEl final de "traca"... Personajes mal creados... La niña una pesadilla... Harry parece un "camelo"... Los editores en sus comparaciones nada menos que con Nabokov... Roth... Para echarse a llorar. .. Donde estamos llegando?????
Un libro CON pretensiones.... Pero a la deriva... Si no se sabe crear personajes... El libro esta muerto... Volved a leer Lolita o Ada y el ardor... La mancha humana...
Este para el verano...después de una buena siesta...
Voy por la mitad del libro, y antes de seguir leyendo he buscado críticas y reseñas para confirmar mi mosqueada sensación de que este autor está tomándome el pelo.., o es que el libro pretende ser una parodia de la llamada literatura norteamericana¿.., no sé en qué clave seguir leyendo esta...¿novela?? Tiene fallos por todas partes. Los diálogos de Harry con la niña me han subido el nivel del azúcar y soy diabética, pr Diosss!!!
ResponderEliminarGravias, Ivån por tu crítica.
Un saludo.
Carmen
Que pena no haber leído este blog antes; me hubiera ahorrado unos cuantos euros. Francamente recomendable para aquellos/s que disfrutaron de las 50 sombras de Grey, la saga de Crepúsculo y las Memorias de Julián Muñoz.
ResponderEliminarVoy por la página 69 y, como me parecía que estaba leyendo una mala novela, -me gusta los libros que, una vez leídos, no me dejan la sensación de haber perdido el tiempo- he buscado en la red algunas críticas o comentarios que me indicara si yo estaba equivocado y realmente valía la pena seguir intentándolo... LO DEJO ¡¡¡YA!!! Gracia por hacerme ganar tiempo. La vida es corta.
ResponderEliminarJM
No he querido comentar el libro hasta acabarlo. Para mí es uno de los libros más recomendable de los últimos años (y he leído unos pocos...). No sé qué tipo de libros leen los que consideran un mal libro este de Joel. Sin acritud, me recuerdan a los del tendido 7 de "Las Ventas", que a veces se dan importancia no reconociendo la faena extraordinaria de algunos toreros. Me recuerdan también a ese 'desgraciado y desafortunado' crítico gastronómico que nunca logró encontrar un buen restaurante en su larga vida profesional. Para los mortales, recomiendo su lectura sin ningún tipo de duda. Saludos y hasta otra.
ResponderEliminarEstoy en el mismo caso que algunos de los que han escrito los últimos comentarios, habré leído unas 100 páginas y ya hace bastantes que me parece una basura de novela, pero quería confirmar mi impresión. Ya empecé a mosquearme con lo que le dice la madre sin venir a cuento: "¿quieres tirarte un pedo y te da vergüenza hacerlo delante de mí?". Impresionante.
ResponderEliminarSuscribo tu crítica casi al 100%. Entretenido, pero superficial y tramposo. Resulta efectivo como thriller, pero los pasajes de la trama amorosa son soporíferos, banales y repetitivos.
ResponderEliminarY tú al menos disfrutaste con las sandeces de la madre del protagonista: a mí, francamente, me irrita sobremanera que todas las madres de la historia sean personajes absurdos con diálogos delirantes. Parecen un mal remedo, actualizado pero insultante, del peor Molière.
Me temo que tanta crítica positiva como lleva detrás este libro viene más de la afición de los que se dedican a la literatura (aunque sea como críticos)a que se hable del propio proceso literario (la page blanche, l'inspiration...)que a sus verdaderos méritos.
Enhorabuena por esta reseña.
ResponderEliminarMe acabo de terminar el libro y estoy plenamente de acuerdo con ella, casi punto por punto.
¿Qué cantidad de dinero descomunal se han gastado las editoriales para obtener esas reseñas tan buenas con un marketing tan engañoso?
La novela tiene un problema brutal, que es el márketing que le han hecho.
ResponderEliminarSi la hubieran vendido como bestseller veraniego, pues vale, tendría un pase.
Pero que si es un talento a descubrir, que si lo más de lo más, que si los franceses le han dado premios y más premios (empiezo a pensar que los premios literarios franceses son tan de fiar como los españoles), que si es un cruce entre Larsson, Nabokov, Franzen y Roth.
Basta leerse las dos primeras frases para darse cuenta que la reencarnación de Nabokov, precismanente, no es.
Y bueno, la comparación con Franzen que alguien me la explique (se me ocurren varias cosas, pero son tan completamente fallidas que me niego a creer que vayan por ahí).
Los diálogos son absurdos, los personajes, puro cliché, la trama repetitiva.
En fin, todo un despropósito, que no desmerece en la lista de bestsellers, que al fin y al cabo comparte con otro grande de la literatura como Brown, pero vamos, que podían haberse ahorrado elogios absurdos, que al fin y al cabo, engañar han engañado a cuatro bobos que hemos caido, pero para convertirlo en el libro del verano sólo tenían que haber apelado al lector estacional que es quien de verdad la ha disfrutado y la ha llevado arriba a la lista de ventas. Y a los demás nos podrían haber ahorrado el mal rato.
Que Dicker sea ambicioso y tenga ínfulas de gran escritor (toda la parte metaliteraria y las pinceladas de autoficción quedan de lo más exóticas) no significa (ni remotamente) que lo sea.
Y la editorial a estas alturas de la película, debería saber de sobra que una contraportado un poquito más realista hubiera ayudado bastante a que las reacciones ante la novela fueran menos virulentas
Yo lo acabo de terminar y me ha ocurrido como cuando te enganchas a una telenovela. Sabes que estas viendo algo penoso, superficial y cutre...y, por más que te avergüence, esperas con ansia el siguiente episodio. El libro es malo, sí, pero engancha y entretiene. Lo que da rabia es que te tomen el pelo, creándote falsas espectativas.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo
EliminarComo alguien dijo más arriba, gracias Iván por ayudarme a ganar tiempo. Iba por la página 150, había dejado pasar varios impulsos de abandonarla, confiando en las elogiosas críticas publicadas no solo en mi país, Chile, sino tb España y Argentina. Esperaba que mejorara. No ocurrirá. Chao Dicker
ResponderEliminarMagnífica reseña. El libro es ciertamente hueco e infantil. No entiendo su éxito... bueno, soy un ingenuo.
ResponderEliminarLa critica, para mi, tiene toda la razón del mundo. Pero no puedo evitar decir que pese a todo, me ha tenido entretenida. Habia momentos de vergüenza ajena, como los dialogos con la madre, e incluso he pensado que el autor era bastante misogino porque todas las mujeres que salian eran estupidas, gilipollas, o tontas del bote. Pero al final, para sorpresa mia, estaba bastante intrigada. La recomendaria a segun que lectores, como a otros no me atreveria ni a mentarlo. Yo creo que no soy muy exigente.
ResponderEliminarPor cierto, también lo han comparado con John Irving, y ahora estoy leyendo El mundo según Garp (no es mi primer Irving). Se parecen como un huevo a una castaña, que dicen en mi tierra.
es mala, y ahora lo puedo decir con conocimiento de causa, despues de terminar de leerla.
ResponderEliminardialogos bobos, personajes topicazo, situaciones calcadas de cualquier peli yanqui no demasiado buena, cosas que no te crees ni de coña, y un gran embrollo a la hora de las explicaciones finales (incluso creo haberle pillado en un error al autor, pero me lo guardo)
Tal vez algo relacionado con las cartas?
EliminarConfieso: yo también sucumbí a las reseñas espectaculares. Me obligué a acabar la lectura y estoy del todo de acuerdo con la crítica: como pasatiempo veraniego, pase con reparos... Pero que no nos quieran colar que es una gran obra! Pienso que lo menos creible (y hay un montón de personajes, diálogos y tramas donde escojer) es la supuesta historia de amor entre el escritor y la niña. Dicker no ha sido capaz de transmitir ni un poco de ese amor porque lo hace a través de frases cursis y con dos personajes planos.
ResponderEliminarPara olvidar y pasar a lecturas más estimulantes...
Dejando al margen, que ya es dejar, la infame tilde en "fe" de alguien que pretende una crítica literaria seria, nos encontramos con un análisis frívolo, chabacano y lleno de lugares comunes
ResponderEliminar¿Quién pretende una «crítica literaria seria»? Esto no es más que una reseña alegre; pero le agradezco el eleve mi comentario a la categoría de análisis, conste. Gracias por leernos.
ResponderEliminarMe voy a ahorrar ocupar mi disputado tiempo libre en un libro vano, gracias Iván.
ResponderEliminarAcabo de terminar el libro y debo decir que estoy parcialmente de acuerdo con tu reseña. Se ha engordado de manera desmesurada la calidad de esta obra con un marketing desproporcionado. Pienso también que los personajes son meros tópicos, los diálogos vanales. Encuentro que la relación establecida entre niña y hombre ha estado muy mal enfocada. Pero no obstante, opino que el libro ha conseguido engancharme y sorprenderme.Y sinceramente, dudo que fuera previsible para alguno de los lectores los hechos finales.
ResponderEliminarMenos caña para el joven escritor y más para los que solo buscan dinero con algo que tanto amamos, las letras!
Acabo de terminarlo y no puedo estar mas de acuerdo contigo. Decepcionante, poco inteligente, entramado final forzado, ñoño, historia de amor nada creible, etc, vamos un gol de la editorial.
ResponderEliminarPor cierto, otro parecido con P. Roth puede ser que Quinn trabaja en una fábrica de guantes, como el sueco de Pastoral americana (jeje)
Me cagüen Dios mierda de libro. Suerte q lo mangué del Fnac y no pagué los 22 euracos. Bueno, no estoy seguro si eran 22, saqué la etiqueta para q no sonara y ahora no lo puedo ver. Me abstengo de comentarlo con profundidad sólo decir q el autor de la reseña y la mayoría de comentarios negativos son acertados.
ResponderEliminarSuscribo completamente todo lo dicho por la reseña. (Muy bien escrita, por cierto.)
ResponderEliminarEs una de las peores novelas que he leido ultimamente por lo infantil, ridiculo, soso y absurdo de los personajes y la trama. Que si dos personas se enamoran hasta las trancas tras verse dos minutos en la playa (vamos, eso ni dos personas que no se lleven tantos años jaja), que si te amo, eres lo mejor de mi vida, si tu mueres yo muero, vayámonos lejos y seremos felices, nunca había conocido a alguien como tú... Pero vamos a ver, por qué se enamoran?? Si no les da tiempo ni a conocerse!!! Quién es esa maravillosa Nola? Una niña boba a la que se le viene el mundo encima cuando el hombre con el que se ha encaprichado la deja? Tras no haber estado ni tres días juntos?
Completamente idealizado y cursi todo. No puede ser es que los diálogos entre los dos personajes principales se basen todo el tiempo en ñoñerías. Es soporífero. Quien no me crea que lea la novela.
También es cierto que el autor tiene algun asunto que arreglar con alguna mujer, porque es tremendo cómo ha descrito a las de su novela. Todas son imbéciles perdidas o bobaliconas, como Jenny y Nola. Y la madre del prota, vamos...
Una pérdida de tiempo. Este tio deberia fijarse, por poner un caso, en Camilla Lackberg (para aquellos simplones que se creen que cuando se critica una novela es porque tenemos envidia de que sea un bestseller) y aprender cómo dotar a los personajes de personalidad propia, reflexiones..
Un aplauso a la campaña de Marketing claro.
Empecé a leerla y me pareció una bobada, y no me parecía correcto perder el tiempo con algo que no me iba a aportar nada. Los diálogos que leí me parecieron una idiotez y sin ningún sentido, ya que es sorprendente, que entre escritores, se hable de esa manera, como si fueran algo borderlines.
ResponderEliminarSinceramente los premios me dan igual (solo hay que ver los Oscars), comencé a leerla porque me la recomendaron y pensé que me podía inspirar, pero no quise seguir. Lo del comienzo del Jogging, por Central Park, en fin menuda tomadura de pelo; también es cierto que solo leí parte, y que la trama como se dice puede ser muy buena. Me quedaré con la intriga, muy apenado.
Voy por la página 273 y creo que voy a abandonar. Cayó en mis manos justo antes de este ladrillo "mi verano sin hombres"...y las comparaciones son odiosas.
ResponderEliminarPor favor, me niego a creer que 50 Sombras de Grey y esto sean best sellers!
Leche!!!
Bueno, no he leido ni creo que lo haga el libro, pero lo que me he podido reir con la reseña bien merece que escriba este pequeño homenaje al autor...No, no hablo de Quebert, je, je, hablo del autor del comentario..¡chapeau!
ResponderEliminarMe ha encantado tu reseña. No entendía tanto elogio a una novela que me está pareciendo vacía, cursi, llena de tópicos y pretenciosa hasta lo infinito en su "homenaje" a Nabokov. A mí ni siquiera los diálogos con la madre me resultan graciosos de lo simplones que son, buscando la gracia fácil y el tópico más burdo. Gracias por hacerme ver que no soy yo la que ha perdido el norte.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la reseña y con todos los comentarios que tildan a este libro de bodrio. Lo es, ciertamente. Sólo lo salva (un poco) que el autor sea un jovenzuelo de 27 años y no un tipejo de 50, por aquello de confiar en la regeneración futura del chaval, pero me temo que, ahora que ya ha pillado cacho, sus próximas novelas irán en la línea, o aún peor.... La verdad, yo sólo me acabé el tocho porque era un regalo al que no me podía negar y porque hubo un momento en que su argumento me recordó vaga, pero sospechosamente, (y salvando todas las distancias) a un libro que me había gustado bastante, "Pandora en el Congo", de Sánchez Piñol, y tuve curiosidad por ver si, al fin y a la postre, era el mismo . Pero, por desgracia para Dicker (más vale un buen plagio que una mala novela original), no tiene nada que ver. Por suerte, y muy a favor de para Piñol, en este caso
ResponderEliminarCoincido plenamente con tu comentario, menos mal que encontré tu blog entre tanta alabanza a un libro que no las merece. Tengo la edad que tendría Nola en la actualidad, y me recuerdo a los 15 años. No me he creído nada ningún personaje, y menos el de Nola, cuya aspiración es hacerle la comidita y cuidar del "maravilloso" escritor con una abnegad vocación de servidora! A esa edad mis amigas y yo nos enamoriscábamos de hombres "mayores" pero desde luego no para hacer de criadas. No me ha convencido ningún diálogo, todos me han parecidos huecos y lugares comunes. Acababa de leer Intemperie de Jesús Carrasco y el contraste ha sido terrible. Por la publicidad esperaba casi una obra maestra y ni siquiera es pasable como lectura de verano, sobran la mitad de las páginas. Saludos y me alegra ver que no todo el mundo ha caído en la campaña de marketing del libro.
ResponderEliminarComo leí en algú blog: "La verdad sobre el caso Harry Quebert" es que es una mierda.
ResponderEliminarY no llega, NI DE COÑA a la categoría de best seller. Yo no soy de best seller, pero cuando me cae alguno lo leo porque la verdad es que me enganchan. Esta libro solo podría servir para hacer fuego.
Es mejor que antes de criticar a la ligera, te informaras bien de las diferencias entre el Premio Goncourt y el premio Goncourt des Lyceens. Este libro, La verdad sobre el caso Harry Quebert pertenece al segundo grupo y sale de los votos de los estudiantes de Secundaria, es decir los que estudian en los Lycees franceses. Como veras hay bastante diferencia, aunque los dos premios sean Goncourt
ResponderEliminarAcabé la lectura del libro ayer por la noche, y no sabes cómo me alegro de leer lo que has escrito. Porque empezaba a pensar que tengo un problema como lectora. Coincido 100% contigo, lo cual no tiene importancia, pero no sabes cómo me alivia!
ResponderEliminarLo que me fastidia es que yo tenía este título apuntado en mi lista de lecturas pendientes porque en algún sitio (un suplemento de un diario? algún blog?) alguien lo recomendaba. Y yo me lo creí. Y me lo compré en francés y lo leí.
No lo niego, me ha entretenido algunos ratos veraniegos, pero madre mía, menudo fiasco!
Leí esa bazofia hace tiempo. Creo que la acabé de pura incredulidad. Leer la reseña y muchas de las intervenciones me hace conservar la fé en los lectores. Vergonzosa la ¿novela? y vergonzosa la campaña de promoción. ¡Y ahora amenazan con una obra anterior rescatada!!!
ResponderEliminarUfff... que bueno fue encontrarme con esta critica.
ResponderEliminarNo puedo creer el éxito de este libro. Tiene hasta errores que no cometerían los guionistas de un culebrón mexicano.
Voy por la mitad y sinceramente, no entiendo que hago leyéndolo. Con todo lo bueno que hay por ahí...
A mí también me pareció muy malo... y muy tramposo. En el peor sentido; además no está bien escrito (salvo que la traducción no le haga justicia).
ResponderEliminarOtro bluf. Uno más. Mucho bombo, mucho platillo y ni una nuez. Tiempo perdido :-(
Al libro le sobran 500 paginas. Mínimo.
ResponderEliminarLa novela es un engendro, puro refrito de otras novelas piscineras, mal ejecutada (el pobre hombre ni siquiera es capaz de aplicarse los consejos que se pasa dando toda la novela) y mal resuelta.
ResponderEliminarPero lo realmente terrible es que después de tirarse media novela hablando de la maravillosa novela de Quebert que forma parte del canon de la literatura norteamericana, tiene la poca verguenza de reproducir algunos pasajes, y como decirlo, Corín Tellado le daba mil vueltas.
Y sí, estoy resentido (de hecho suelo despotricar de esta novela con regularidad). Me tragué la publicidad (meses antes de su publicación) como un imbécil. Que si en la feria de Frankfurt había tortas por hacerse con ella, que si las letras francesas tenían una nueva estrella, que si Roth, Franzen y Nabokov (lo de Nabokov es para darle de comer aparte porque hay un momento en que de tanto Nola, Nola, No-la pensé que se iba a arrancar con un Luz de mi vida, fuego de mis entrañas), vamos que esperé a que se publicara con espectación y el chasco fue mayúsculo.
Es puro placebo, novela piscinera (mal) disfrazada de alta literatura. Pero no cuela a nadie que tenga algunas lecturas a cuestas
Empecé a leer la novela con buena intención, sin expectativas excesivamente altas, aunque varias personas me habían dicho que estaba muy bien. Solo digo que dejé el libro cuando llevaba dos terceras partes, y fue una liberación. Ni siquiera me pareció entretenido, y la historia de amor de un adulto con una niña de 15 años me resulta repulsiva (y, sí, he leído Lolita, y a pesar de la semejanza del tema, al menos está bien escrita). Soy bastante indulgente con los libros entretenidos sin mucho valor literario, pero este, ni me entretuvo ni me pareció gran cosa.
ResponderEliminarMe siento muy aliviado de leer esta crítica y los comentarios del resto de personas. Por un momento pensé que yo era el único loco que pensaba que el libro solo es el resultado de buen marketing y que de buena literatura nada. Creo que es un libro que intenta construirse bien, claro eso si, deja muchas cosas al aire, como por ejemplo por qué un hombre de 34 puede enamorarse locamente de una adolescente de 15, qué la hace tan especial? Al final creo que es el resultado del tiempo que vivimos actualmente, el creer que porque alguien tiene un talento especial o un don para hacer algo, ya lo hace muy bueno. Eso justamente pasa son Joel Dicker, es claramente una persona con talento, pero ese talento no sirve de nada si no se lo pule o si no lo educa. Los últimos 7 capítulos de la obra son pésimos, muy forzados, tratan de darle forma a una historia que ya ha agotado todos sus recursos. Respeto mucho a las personas que disfrutaron del libro, que al parecer son muchas, pero en realidad se lo debe vender solo como un bestseller más y listo, no como una muestra de fina literatura. He leído novelas "negras" o policiales que sin intentar meter tanto embrollo en su historia logran geniales resultados, tal es el caso de las novelas de Benjamin Black (John Banville) con su doctor Quirke. Estuve a punto de comprar un segundo libro de Dicker antes de terminar de leer La verdad sobre el caso Harry Quebert, pero la verdad me alegro de no haber desperdiciado mi dinero, porque además sus libros no son del todo baratos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la reseña. Yo tuve que dejar el libro en la página ciento y pico. La historia de amor pedófila no me ha gustado, los personajes me caían todos fatal, y la trama no me ha intrigado lo suficiente para terminarlo. No solo es que el libro sea regular tirando a malo, es que ni siquiera me pareció entretenido. Lo mejor del libro ha sido su cubierta, extraída de un cuadro de Edward Hopper, al igual que la cubierta del segundo libro de este autor.
ResponderEliminarImposible terminarlo, de lo peor que he intentado leer.
ResponderEliminarLo estoy leyendo y lo que más me chirría es lo misógeno que es. Todos los personajes femeninos son superficiales y su único objetivo vital es casarse bien o ser amadas por un gran hombre. ¡Venga ya! Por mucho que el libro esté ambientado en los años 70 reproduce un esquema de las relaciones hombre-mujer de lo más tópico, arcaico y superficial. ¡Vergonzoso!
ResponderEliminarme alegra encontrar esta crítica. iba en un 25% del libro y todo me parecía tan hueco... Es cierto que lo cogí con fuerza, empieza con ese escritor bloqueado y quieres saber cómo se desbloquea... pero mamá! entonces empieza el personaje a dar vueltas y más vueltas para desbloquearse, y luego aparece por sorpresa el colega escritor mentor, y el prota empieza a dar vueltas y vueltas alrededor de este fulano que resulta ser un gran escritor, más mejor que el escritor prota. Y luego al escritor mentor lo meten en el caldero y todo es absurdo:
ResponderEliminarel prota puede entrar en la casa del asesino a vivir sin problemas
se mueve por el pueblo y los polis le cuentan miles de cosas interesantísimas que deberían guardarse para el juicio
destruye pruebas porque le sale del ciruelo y nosotros que tenemos que aceptarlo
sale y entra de la carcel como periquito por su casa
aparece de repente una historia de amor que así de buenas a primeras yo diría que está pillada por los pelos
aparecen unos anónimos amenazantes que supuestamente deberían añadir tensión a la trama y ya me parecen el empalague del misterio, tan saturado estoy de secretitos que lo dejo sin que en un cuarto de libro haya sentido más peso literario que el de la paja y un escritor preocupado en que no le salga volando tanta vacuidad con la típica muerte de una chica adolescente, la típica historia de amor "prohibida", el típico prota algo cabeza loca lleno de problemas y amenazas anónimas... todo esto en bruto sin ambiente, atmosfera... no se huele la realidad. Se adivinan las costuras
Ya podía haber leído esta crítica (y los comentarios) un par de días antes... Deslumbrada por la fama del libro pero sin haber indagado demasiado me bajé una prueba de Amazon y enseguida noté algo extraño. ¿Obra de arte? O soy yo muy lerda y no lo pillo o soy muy lista y pillo la tomadura de pelo. Aún así me compré el libro con la esperanza de que cambiara a mejor (y porque la trama me había pillado, confesémoslo), pero cada vez hace más aguas. No suelo ser de dejar lecturas a la mitad, y aunque solo sea por el dinero invertido (y por la curiosidad que me habéis causado) quiero acabarlo, aunque a partir de ahora no me lo estoy tomando muy en serio. Espero no cabrearme demasiado. Y 10 años después he aquí otra felicitación a Iván, no llevo ni 1/4 leído pero coincido con todo lo que dices.
ResponderEliminarUn saludo desde Alemania,
Pat