Título original:
Slib
Año de publicación: 2009
Valoración: imprescindible
Los que ya conocen la obra de Jiří Kratochvil saben que hay ciertas características que se repiten en la mayoría de sus libros: la ambientación en Brno –su ciudad natal–, la experimentación estilística, el realismo que-no-sé-si-llamar-mágico-o-qué... Todas esas características están presentes en su última obra, La promesa de Kamil Modrácek y, sin embargo, esto no la hace repetitiva o menos valiosa, como se podría creer.
En La promesa... Kratochvil nos presenta la Brno de la década de 1950, en la que se vivía una atmósfera envenenada de miedo y aversión hacia el régimen estalinista. En ese ambiente vive de forma más o menso tranquila Kamil Modrácek, un arquitecto que, si bien hace años se dedicaba a desarrollar su genio, ahora se limita a realizar los encargos que le manda el gobierno. Sin embargo, un día recibe la noticia de que su hermana, una pintora cuya obra abstracta y cuyos ideales políticos y vitales chocan con los del régimen, ha sido detenida por la policía secreta y, posteriormente, hallada muerta en su celda.
Es entonces cuando el arquitecto decide vengar su muerte (¿o su asesinato?) y, para ello, como si de un descenso a su propia negrura se tratara, desciende al laberinto de pasadizos subterráneos de la ciudad y planea –y lo que es mejor, lleva a cabo– la venganza que cree que su hermana merece.
Kratochvil nos presenta, en contra de lo que pueda parecer en un principio, una novela en la que la historia va más allá de Mocrácek y su venganza. La promesa... es una obra coral, en la que un gran número de personajes (incluída la familia del escritor) se interrelacionan para dibujar una Brno opresiva y gris, pero también para dar forma a una obra en la que, a pesar de lo trágico de algunos pasajes, también hay lugar para el humor.
Estructurada en capítulos cortos, jugando con la técnica narratica y los estilos, y dejando que sean los diferentes personajes los que aporten su visión de lo que ocurre, Kratochvil nos ofrece una novela tan interesante como entretenida, que merece la pena leer ya sea por la(s) historia(s) que nos cuenta, por la lección de literatura que nos da o por lo mucho que podemos reflexionar después de leerla.
En La promesa... Kratochvil nos presenta la Brno de la década de 1950, en la que se vivía una atmósfera envenenada de miedo y aversión hacia el régimen estalinista. En ese ambiente vive de forma más o menso tranquila Kamil Modrácek, un arquitecto que, si bien hace años se dedicaba a desarrollar su genio, ahora se limita a realizar los encargos que le manda el gobierno. Sin embargo, un día recibe la noticia de que su hermana, una pintora cuya obra abstracta y cuyos ideales políticos y vitales chocan con los del régimen, ha sido detenida por la policía secreta y, posteriormente, hallada muerta en su celda.
Es entonces cuando el arquitecto decide vengar su muerte (¿o su asesinato?) y, para ello, como si de un descenso a su propia negrura se tratara, desciende al laberinto de pasadizos subterráneos de la ciudad y planea –y lo que es mejor, lleva a cabo– la venganza que cree que su hermana merece.
Kratochvil nos presenta, en contra de lo que pueda parecer en un principio, una novela en la que la historia va más allá de Mocrácek y su venganza. La promesa... es una obra coral, en la que un gran número de personajes (incluída la familia del escritor) se interrelacionan para dibujar una Brno opresiva y gris, pero también para dar forma a una obra en la que, a pesar de lo trágico de algunos pasajes, también hay lugar para el humor.
Estructurada en capítulos cortos, jugando con la técnica narratica y los estilos, y dejando que sean los diferentes personajes los que aporten su visión de lo que ocurre, Kratochvil nos ofrece una novela tan interesante como entretenida, que merece la pena leer ya sea por la(s) historia(s) que nos cuenta, por la lección de literatura que nos da o por lo mucho que podemos reflexionar después de leerla.
También de Jiří Kratochvil: En mitad de la noche un canto.
Impedimenta es un valor seguro para mi, así que si añado tu reseña... Va a caer en la cesta de la compra esta promesa :D Gracias por la reseña. Un saludo.
ResponderEliminarAdictivo desde la primera página! Gracias por la recomendación
ResponderEliminarEs un libro interesante realmente. Una novela, diría yo, variada o "polisémica", en la que hay partes en las que se encuentra o sobresale la ironía, el humor, la desesperación, el miedo, la sensación de monotonía de la vida en un régimen que puede tornarse asfixiante e injusto, la venganza; pero encuentra uno algunas cosas también sobre el amor, la pasión. Bueno... quiero decir, me pareció muy interesante el juego que hace el autor entre estos diversos elementos, sin que en ningún momento parezca algo reforzado o tedioso o se agote. Es una novela de lectura fluida.
ResponderEliminarTiene algunas elementos interesantes de pensar a lo largo que se desarrolla la novela: por ejemplo, que Modracek sea un arquitecto, tal como la matrix tiene uno, o tal como el mundo televisivo del Show de Truman tiene también un artífice.
Finalmente, me parece que algunas partes pudieron haber sido más "explotadas" o desarrolladas, porque hay realmente reflexiones profundas que plantea Kratochvil en lo concerniente a la naturaleza humana y la moral. Sin embargo, eso no hace que el libro sea menos genial.
Saludos.