Año de publicación: 2004
Valoración: recomendable
El malestar al alcance de todos se abre con una cita de Pessoa (Mi vida es como si me golpeasen con ella) que se encarga de dejar claro el tono que va a llevar el libro a partir de entonces. Porque lo que nos ofrece esta obra es eso: malestar, una sucesión de situaciones aparentemente "normales" y cotidianas que nos dejarán un extraño sabor de boca cuando acabemos de leerlas.
La autora dosifica esa incomodidad en catorce cuentos y once poemas. Los poemas, he de reconocerlo, no me han convencido, y a gusto los habría eliminado de este libro. Y no es que estén mal escritos (estoy segura de que a mucha gente le encantarían), pero no son el tipo de poesía que me gusta y me resultan un tanto simples.
Los cuentos, sin embargo, ya son otro cantar. Tienen ciertas características comunes (todos están narrados en primera persona, la autora usa un lenguaje coloquial al redactarlos, tienen un estilo rápido y ameno...) que hacen que el lector conecte fácilmente con ellos. Además, las situaciones que describe son tan "normales", tan "de todos los días", que enseguida nos sentimos identificados con cada narrador (o lo reconocemos en algún conocido, que tanto da).
Y ahí radica el secreto de El malestar al alcance de todos: en esa normalidad que acaba convirtiéndose en una purga de lo peor que todos llevamos dentro. Más que valorar al raro o al inadaptado, Cebrían se encarga, con estos relatos, de hacernos ver que todos escondemos algo (o mucho) de raros e inadaptados y todos fallamos en algún momento. No sé si será acertado decir que este libro es un espejo de lo que somos. Pero, si es así, desde luego no nos saca nuestro mejor perfil.
Espe jode lo que somos, sí señor.
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