Idioma original: inglés
Título original: A Study in Terror
Año de publicación: 1966
Valoracción: Se deja leer
Reconozco que este es el equivalente literario de un BidMac: comida rápida que no llena pero engaña al estómago. En este caso, no conmueve ni enseña ni cambia el mundo, pero entretiene, que es lo que se le pide.
Además, este es un libro con una historia curiosa: es, en realidad, la novelización de una película del año anterior, A Study in Terror, en la que Sherlock Holmes se enfrenta a Jack el Destripador (una historia que Conan Doyle nunca llegó a escribir, obviamente). Después de la película, Paul W. Fairman se encargó de la novelización de la trama (con algunas modificaciones), y Ellery Queen -que no es una persona, sino dos, los primos Frederick Dannay y Manfred Bennington Lee- de escribir una historia-marco, en la que el detective Ellery Queen recibe el manuscrito del doctor Watson (ojo, no de Conan Doyle sino de Watson: la novela se sitúa en el mismo mundo de ficción que los relatos originales de Sherlock Holmes).
Como digo, no hay que buscar grandes profundidades a la novela: mantiene el suspense con bastante pericia, muestra el típico sentido del humor de Ellery Queen en las partes escritas por Ellery Queen, y en las novelizadas por Paul W. Fairman se imita relativamente bien el estilo y las técnicas de Conan Doyle, incluidas las casi milagrosas deducciones de Sherlock Holmes "marca de la casa", a partir de una mancha casi invisible o de un gesto imperceptible de su interlocutor. Tal vez el detective tenga en esta novela algo más de héroe acción que en los relatos originales, lo que hace pensar que es un término medio en el camino hacia las recientes películas de Sherlock Holmes made in Hollywood.
En fin, que le agradezco al señor (a los señores) Ellery Queen que me entretuvieran durante un viaje de tren de dos horas, y que muy probablemente volveré a comprar otra novela suya en el futuro. Cuando tenga otro viaje de dos horas por delante.
Ahora, vuelvo a Verdes valles, colinas rojas de Ramiro Pinilla, que es la antítesis de esta novela.
pero que tonto eres
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