Idioma original: francés
Título original: La bicyclette bleue
Fecha de publicación: 1981
Valoración: Se deja leer
Me ha sucedido de nuevo: a la hora de calificar un libro con más puntos negativos que positivos en mi humilde opinión, considero que el adjetivo "Repugnante" es excesivo y acabo colocándole el tibio "Se deja leer". Pero que conste que pienso que La bicicleta azul es una obra que no se merece demasiados parabienes, principalmente, por un rotundo motivo: su argumento es una copia descarada de Lo que el viento se llevó, celebérrima obra de Margaret Mitchell gracias a esa adaptación cinematográfica que todos conocemos (y que a mí, qué demonios, me encanta).
Y es que Régine Deforges, famosa escritora gala conocida por sus obras de tintes eróticos, se pasó de la rayita... ¿O es que a nadie le suena lo que voy a escribir a continuación? Veamos... La heroína de la historia es Léa Delmas, una bella y feliz joven de diecisiete años de muy buena familia que tiene un par de hermanas mayores y muchos mimos y caprichos, y que está rodeada de pretendientes. Léa se dedica a pasar el tiempo frívolamente en Montillac, en la hacienda que posee su padre en la campiña bordelesa, cuando su idílico universo se viene abajo al estallar repentinamente la Segunda Guerra Mundial. Entonces se verá de pronto enfrentada a todos los horrores que trae consigo ese maldito jinete apocalíptico: la miseria, la derrota, la huída, la traición, la violencia y la muerte. Pero también descubrirá el amor y la pasión. Lo primero gracias a su vecino Laurent d'Argilat, al que se declarará, pero éste la rechazará para casarse con otra dama, por lo que Léa, despechada, se casará con otro hombre sin amor (que morirá al poco) y se hará amiga de la mujer que le ha quitado a su príncipe azul mientras éste esté en la guerra; y la segunda, en brazos de François Tavernier, un personaje lleno de claroscuros que despertará en Léa sentimientos opuestos de atracción y odio. Y bueno, también andará por ahí un amigo suyo desde la infancia, enamorado de ella hasta la médula pese al desdén de la joven, que aprovechará su amistad con "los malos" para forzarla...
En fin, que quitando lo del pérfido amigo de la infancia, suena bastante a Escarlata, Rhett Butler, Melania and company, ¿verdad?
Y a todo esto, que se me olvida lo más importante, Léa se unirá, de la mano de su tío Adrien (un monje dominico rebelde), a la causa de la Resistencia francesa, donde vivirá muchas peripecias... La joven servirá de correo llevando y trayendo mensajes a lomos de su bicicleta azul, la que da título a este libro, el primero de una trilogía de la que no conozco los otros dos volúmenes...
Conclusiones: el libro se lee rápido y bien y uno no se disgusta si sabe de antemano que ha escogido un folletín bélico-romanticón de manual (con escenitas erótico-festivas aquí y allá) y que en este mundo se puede plagiar burdamente y recibir premios y admiraciones a tutiplén por ello.
(Después de releer lo que acabo de escribir sigo preguntándome por qué no me he atrevido con el "Repugnante". Qué rareces tengo, hummm...).
PD: habemus serial para la TV. Con Laetitia Casta como prota y esas cosas...
¿Y entre "repugnante y "se deja leer" no está "decepcionante"?
ResponderEliminarHace muchos años cuando era muy joven leí este libro y me pareció una copia exacta de lo que el Viento de llevó y nadie me creyo
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con usted vi cinco minutos de la película y si una calca de lo que el Viento se Llevó y ni ganas me da seguír viendola, y no sabía que era una novela escrita que descaro de plagio, no hay quien demande esto. Me meti a la red si habia algo de este plagio y encontre su artículo
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