Páginas

jueves, 15 de marzo de 2012

Fernando Aramburu: Los ojos vacíos

Idioma original: español
Año de publicación: 2000
Valoración: Recomendable

Es una novela muy curiosa, esta de Los ojos vacíos de Fernando Aramburu. Curiosa en sí misma, y curiosa por ser de Fernando Aramburu, porque no parece haber sido escrita por el mismo autor de Los peces de la amargura y El vigilante del fiordo, volúmenes de relato de corte realista e inspiración contemporánea.

Los ojos vacíos no tiene nada que ver con esto. Es una novela de fantasía desbordante y aparentemente inagotable, que combina rasgos de novela de dictador, novela picaresca, novela de aventuras y novela de aprendizaje, todo ello en una geografía ficticia pero no ajena a la realidad: el extraño reino de Antíbula, sumido en el caos y las revueltas tras el asesinato de su rey Carfán III. Hijo ilegítimo de un músico extranjero y de la hija del posadero, el protagonista y narrador reconstruye, desde la atalaya de la vejez (como en El Lazarillo, sin ir más lejos) los años de su infancia y aprendizaje vital, dominados sobre todo por la figura de un abuelo tiránico e implacable; hay páginas crueles, páginas desagradables, páginas duras; pero también hay muchísimo humor, un derroche de invención y una galería variada de personajes sorprendentes.

Los ojos vacíos es una novela notable; quizás algo repetitiva en su segunda mitad, pero en todo caso construida con una firmeza envidiable. Disfrazándose por momentos de novela histórica (con la referencia a fechas, hechos y documentos supuestamente reales sobre la historia de Antíbula), es más bien una alegoría de lo que muchos estados europeos (y no europeos) fueron o pudieron llegar a ser en algún momento: una parodia de sí mismos. Al situarse en un mundo paralelo cercano a veces al onirismo o al esperpento, exige del lector paciencia y una "suspensión de la incredulidad" casi total; pero promete, a cambio, momentos divertidos, sorprendentes o sugerentes como pocas novelas que yo haya leído últimamente.

Lo cual me lleva a plantearme una cuestión interesante pero resbaladiza: si esta línea de creación fantasiosa, imaginativa e irrealista ha sido abandonada definitivamente por Aramburu; y si ha sido así porque se le agotó la vena, o porque le obligó a ello su concepción del compromiso ético y político. Si abandonó la Antíbula de Los ojos vacíos por la Euskadi de Los peces de la amargura por decisión artística o ideológica. Me daría cierta pena que sea lo segundo, porque vendría a probar algo que ni yo ni Aramburu querríamos que pudiera probarse: que el compromiso a veces es perjudicial para la literatura.

Otras obras de Fernando Aramburu en ULAD: Años lentosEl vigilante del fiordo

3 comentarios:

  1. Hombre, difícilmente puede "abandonar" nada cuando esta es ¡su segunda obra! después de "Fuegos con limón"

    ResponderEliminar
  2. Al decir "segunda", me refiero a novela, claro (obviando los relatos cortos y demás produccion)

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Guillermo. Lo que quiero decir es que en esta obra Fernando Aramburu crea un universo ficcional que me parece muy interesante, pero después escogió una línea creativa realista, en este sentido digo que "abandona" Antíbula...

    ResponderEliminar

Deja a continuación tu comentario. Los comentarios serán moderados y solo serán visibles si los aprueba un miembro del equipo.