Idioma original: inglés
Título original: The Children of Men
Año de publicación: 1992
Valoración: se deja leer
Pues este es un caso raro: una novela que me ha gustado menos que la película que se basó en ella, una adaptación dirigida por Alfonso Cuarón (que también dirigió una de las entregas de Harry Potter) con Clive Owen y Julianne Moore. La película, sin ser yo un experto en cine, me pareció estética y narrativamente bastante buena; la novela, en cambio, me ha decepcionado mucho. Y mira que P. D. James, en su faceta de escritora policiaca, me gusta bastante...
Aunque hay bastantes modificaciones entre el libro y la película, la base argumental es la misma: en un futuro no tan lejano, toda la humanidad ha quedado simultáneamente estéril, y está por lo tanto abocada a la extinción. Al mismo tiempo, y como consecuencia de lo anterior (aunque el lazo lógico entre las dos cosas me parece bastante débil), en Reino Unido se ha instaurado una dictadura a lo 1984, gobernada con mano de hierro por el Guardián. Los omegas (la última generación de la humanidad) imponen el terror en las calles, mientras que los ancianos son "eutanasiados" en suicidios colectivos llamados Quietus.
A la novela le veo dos pegas fundamentales: narrativamente, mezcla fragmentos de diario del protagonista, Theo Faron, con fragmentos en tercera persona, sin que se consiga entender muy bien esta dualidad, que además no se aprovecha de ninguna forma creativa (por ejemplo, para contraponer la visión de Faron con la de otros personajes, o con la voz supuestamente objetiva del narrador en tercera persona). Pero sobre todo lo que menos me gusta es que se nota que P. D. James ha querido escribir su propio 1984, y no lo ha conseguido: sus esfuerzos por darle grandiosidad a la trama fracasan; las descripciones del sistema administrativo y punitivo dictatorial están claramente forzadas y no resultan explicables desde el punto de vista narrativo; la "conversión" de Theo Faron de "malo" a "bueno" es excesivamente rápida; los paralelismos entre el Guardián y Rolf (uno de los rebeldes a los que se une el protagonista) en la parte final de la novela son tan obvios que resultan ridículos... Tampoco ayudan demasiado algunos aspectos de la traducción (independientemente de lo que dijera el original, traducir "tomó el recordado desvío" no es aceptable) y algunas erratas, no demasiadas (por ejemplo "el hombruno estaba interesado" por "el hombre no estaba interesado") pero suficientes para sacarte de la lectura.
No le pongo un "repugnante" a la novela porque, bueno, porque no es repugnante. Es una novela distópica más, con un planteamiento interesante (la idea de la infertilidad; no tanto la del autoritarismo que ya está muy vista) pero que se queda a medio camino: ni es tan entretenida como una novela de consumo rápido, ni consigue adentrarse en el terreno de las obras maestras del género, como a P. D. James le habría gustado.
Me parece una putada esto de que a la buena mujer se le vea a la legua a lo que aspiraba con esta novela pero que le haya lucido tan poco el pelo.
ResponderEliminarQue yo recuerde, me pasó lo mismo con Ladrón de bicicletas: la novela es una mierrrrrrrrrrrrda y la peli grandiosa. Saludos.
ResponderEliminarmuy de acuerdo, excepto en lo que respecta a la transformación de Theo. Queda bastante abierto si predominará su lado "malo" o el "bueno", pues la posesión del anillo de Xan le otorga la oportunidad de "intoxicarse por el poder", tal como el mismo Theo dijo le ocurriría a Rolf.
ResponderEliminarSaludos.
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ResponderEliminarhttp://heroesentrepaginas.blogspot.com
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