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sábado, 7 de mayo de 2011
Tom Rachman: Los imperfeccionistas
Título original: The Imperfectionists
Año de publicación: 2010
Idioma original: inglés
Calificación: Está bien
Siempre he creído que todas las profesiones tienen un caracter asignado, una especie de sambenito que (con razón o no) nos viene a la cabeza cuando pensamos en ellas. Así, la profesión de bombero tiene algo de heroica; la de político, de corrupta; la de profesor, de vocacional (o de fracasado que no sirve para otra cosa, que también); la de periodista... la profesión de periodista tiene algo de romántico. Quizá muy influida por todas las películas o los libros que he absorbido durante los años, cuando pienso en un periodista siempre me viene a la mente la persona que busca la verdad, que siempre avanza en contra del tiempo buscando el titular perfecto o la noticia que "tiene que salir a la luz para que cambie el mundo". Y claro, como pasa con todo sambenito o con toda imagen que nos hacemos sobre cualquier cosa, una vez que te metes entre bambalinas descubres que estabas completamente equivocado y que la realidad no es para nada como la imaginabas.
Así, Los imperfeccionistas se encarga de tirar por tierra la imagen "romántica" que muchos aún tenemos de lo que se supone que es la redacción de un periódico. En el periódico que disecciona Tom Rachman en su primera novela no vemos a ningún héroe anónimo enfrentándose a oscuros poderes en busca de la verdad, sino a simples trabajadores con sus más que cotidianos problemas a cuestas intentando hacer su trabajo lo mejor que pueden mientras luchan con poder pagar la hipoteca a fin de mes.
En este libro vemos a jóvenes que (cegados por ese "romanticismo" del que hablaba) se ven superados por el trabajo, a profesionales veteranos que ya están de vuelta de todo y que sólo quieren llegar a casa lo antes posible, ejecutivos que desean ganar dinero sin importar de cuántos trabajadores haya que prescindir para lograrlo... y descubrimos que la redacción de un periódico, por extraña que nos parezca, no es muy diferente de cualquier otra oficina. Hay quien va a trabajar mientras supera una crisis matrimonial, quien paga con sus subordinados lo que no es capaz de enmendar en casa, quien necesita ir a trabajar cada día porque realmente no tiene nada ni a nadie esperando cuando se acaba la jornada...
Rachman, que ha trabajado en el mundo periodístico desde 1998, nos muestra cómo es la vida en la redacción de un periódico a la antigua, que no ha sabido adaptarse a los tiempos y a las nuevas tecnologías y se ve obligado a hacer frente a las cada vez mayores pérdidas ecónomicas que sufre. Con un estilo directo y sencillo (y muchas veces, bastante irónico), alternando la acción transcurrida en el presente (centrada en las vidas de los personajes) con la historia del nacimiento, crecimiento y caída del periódico, nos lleva hacia un final que no por esperado nos resulta menos triste o menos creíble. Podría decir que este libro es la réplica de muchas historias que conocemos, pero también es una advertencia que hoy, más que nunca, hay que tener en cuenta, si se quiere salir adelante: adaptarse o morir.
Me ENCANTÓ ese libro, de verdad. Lo devoré, y volvería a hacerlo :)
ResponderEliminarErrata en el primer párrafo: "*absorvido" :)
ResponderEliminarlo anoto
ResponderEliminarcorregido :)
ResponderEliminargracias, paula
(anda que ya me vale)