Idioma original: inglés
Título original: The Name of the Wind. The Kingkiller Chronicle: Day One
Fecha de publicación: 2007
Valoración: se deja leer
Lo que son las cosas. Este libro se lo regalaron a mi hija, la cual compuso su mejor sonrisa de cuanto te quiero, Mari Pepa y, en cuanto se perdió de vista el donante, me lo paso asustada por sus 900 páginas a la canal. Es que me conoce y sabe que, durante una larga temporada, en la biblioteca escogía los libros por el grosor.
Así que me apoderé del tocho y empece a leer esta novela de fantasía con un ánimo fúnebre. Normalmente la fantasía no me gusta, así que siempre empiezo con ganas de acabar. Pero este libro es de esos que tienen la cualidad de engancharte, lo cual ya dice algo a favor de él. Pero poco más. Según me informo en la wikipedia, la obra original era un tochazo enciclopédico que se ha dividido en tres días para su publicación. No acabo de creérmelo, ya que tres días es lo que tarda Kvothe en contar su historia al Cronista, por lo que la trilogía debió ser planeada así desde el principio.
Es una fantasía ambientada en un mundo indeterminado, que se mueve en una especie de Edad Media y en el que la magia forma parte de los estudios reglamentados de la Universidad, cuyo claustro y campus no difieren mucho de los actuales, en algo se tenía que notar que su autor es profesor universitario. Por lo menos en el ambiente de puyas entre alumnos y rencillas entre profesores. Allí va a caer el protagonista, empujado por su destino, después de haber vivido unos años como niño de la calle. De vez en cuando se escapa un anacronismo, como cuando el protagonista declara que la subida de adrenalina lo había mantenido activo, no sé como harían en los laboratorios alquímicos para haber descubierto la adrenalina en aquella indeterminada época, habrá que dejarlo como licencia poética.
En fin, que se lee de un tirón y es entretenido, pero cuando lo acabas y te paras a pensar, descubres que no ha pasado prácticamente nada y para eso no hacían falta tantas páginas. No sé, puede que mejore en los siguientes volúmenes, ya que en este la historia se queda en la adolescencia.
«He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con Dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.»
Yo me leí hace un tiempo y me gustó mucho porque, como tú dices, tiene el poder de "engancharte"... De ayudarte a desconectar. Y lo cierto es que espero que haya una segunda parte.
ResponderEliminarUn saludo.
Aiba!Lo acabo de terminar y lo iba a reseñar hoy...y te has adelantado!
ResponderEliminarHabría sido una reseña bastante diferente...el género de la fantasía me encanta y hace poco, por casualidad, descubrí este tocho, digo, libro. Lo he devorado y estoy deseando leer el segundo, en el que está trabajando aún el autor. Dentro de su género, es un muy buen libro, pero hasta no leer las otras dos partes, no podemos valorar realmente el impacto que tendrá.
Lo comparan con Tolkien y George R. R. Martin...bueno,aún es muy pronto para decir algo así. Pero promete. A ver si cuando publique el segundo lo leo antes y me da tiempo a reseñarlo;-)
También le comparan con Ursula K. Leguin. A mi es que demasiadas alabanzas tampoco favorecen que me guste, siempre se me pone el chip de "promoción publicitaria" y se me enciende el gen escéptico. Así que te dejaré de mil amores la crítica del siguiente.
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