Año de publicación: 1972 (aunque con ampliaciones y modificaciones hasta el presente)
Valoración: recomendable
Es este un "libro sobre libros" que nace de una constatación sorprendente y evidente al mismo tiempo: cada vez se publica más, cada vez hay más libros en el mundo, de manera que es imposible que nadie pueda llegar a leerlos todos: no hay lector que pueda mantener el ritmo del actual mercado editorial. A partir de esa idea tan simple, con un estilo sencillo y algo de humor, con unos cuantos datos estadísticos y el propio conocimiento del mundo editorial, Gabriel Zaid escribe lo que podría considerarse un alegato a favor de la lectura, y en contra de esta escritura desaforada, nacida de la egolatría global.
Los demasiados libros es entretenido, sugerente, contundente en sus conclusiones, y también algo repetitivo, a lo mejor porque sus textos fueron originalmente publicados como artículos sueltos y no como libro unitario. El capítulo en el que menos coincido con el autor es el que dedica a explicar por qué el libro en papel es superior a casi cualquier otro medio: creo que muchos de sus argumentos se han visto superados por la aparición de las tablets, los eReaders y también por la proliferación de las descargas de internet.
En todo caso, y como este es un libro que vive fundamentalmente de chispazos ingeniosos e iluminaciones que a veces rayan en la boutade, aquí dejo una selección de pasajes, que seguro que darán a más de uno ganas de leer el resto del texto:
Los libros se multiplican en proporción geométrica. Los lectores, en proporción aritmética. De no frenarse la pasión de publicar, vamos hacia un mundo con más autores que lectores [...]
...la mayor parte de los libros que se publican no interesan a 30.000 personas ni regalados. [...]
Hoy, en una encuesta de lectura, Sócrates quedaría en los niveles bajos. Su baja escolaridad, su falta de títulos académicos, de idiomas, de currículo, de obra publicada, no le permitirían concursar para un puesto importante en la burocracia cultural. Lo cual confirmaría su crítica de la letra: las credenciales del saber han llegado a pesar más que el saber. [...]
El problema del libro no está en los millones de pobres que apenas sabe leer y escribir, sino en los millones de universitarios que no quieren leer, sino escribir. [...]
Tu libro es una brizna de papel que se arremolina en las calles, que contamina las ciudades, que se acumula en los basureros del planeta. Es celulosa, y en celulosa se convertirá. [...]
Solo hay dos soluciones para un servicio perfecto [en una librería]: o tener todos los libros o tener un adivino. [...] Como esto es imposible, en la práctica se intenta medio tener de todo y medio adivinar, con resultados lamentables para el lector y el librero: lo que hay no se pide, lo que se pide no hay.
Que buena pinta.
ResponderEliminarLa verdad es que está bien, se lee casi de un tirón y tiene ideas provocativas e interesantes. Además, se nota que es un libro escrito por alguien que se ha movido mucho en el mundo editorial, así que sabe de lo que habla, no es un "académico" (y lo digo yo) que solo tiene un conocimiento teórico del asunto.
ResponderEliminarQué estrategia tan ingeniosa la del tal Zaid. Explica todas las buenas razones que le asisten en creer que la mayor parte de los libros sobran. ¿Y cómo lo hace? Escribiendo un libro. ¡Ja!
ResponderEliminarEs muy parecido a ese otro "libro sobre libros" que reseñé hace mucho: Porqué no he escrito ninguno de mis libros, o algo así... Iba explicando capítulo por capítulo todas las razones que le impedían escribir un libro. Al final son estrategias legitimadoras de la propia obra, tan criticables como cualquier otra, pero eso sí, mucho más ingeniosas y sofisticadas.
Me parece bastante acertado el buen señor,
ResponderEliminaral menos nos muestra su visión, que medio encaminada, medio descarrilada,
me llega a la perfección, leeré el libro...