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martes, 17 de agosto de 2010
Lionel Tran: Sida mental
Idioma original: francés
Título original: Sida mental
Año de publicación: 2008
Valoración: Se deja leer
El “Sida mental”, según un político francés que no llega a ser citado en esta obra, es la enfermedad generacional que afecta a los jóvenes de hoy en día. En concreto, a los hijos de aquellos jóvenes que participaron en el mayo del ’68 y que muchos calificaron de pésimos progenitores, pues se debatían, a la hora de educar a sus vástagos, entre la total permisividad y la tiranía.
El protagonista de este libro, sin embargo, cree que vive en una constante represión. Y que es un incomprendido y que sus padres son imbéciles y que lo único que se puede hacer en la ciudad en la que vive para no morirse de aburrimiento es liarla parda y fumar y beber y drogarse y follar. Y, para que quede claro, nos relata sus andanzas –y todas las veces que se masturba– desde que es un niños hasta que –parece que– se convierte en adulto.
Será que tengo un problema con la novela generacional (si es que existe como tal), pero los relatos de este tipo (adolescente enfadado con el mundo, etc.) me dejan bastante fría. Porque todos hemos sido adolescentes y hemos que nadie nos comprendía y que el mundo era un asco y, al menos que ocurriese algo reseñable en esa época de nuestra vida, no nos ha dado por ponerlo por escrito (menos mal).
Tran relata la vida del protagonista con un lenguaje sencillo, utilizando una prosa cuyo mayor valor son los contínuos flash-backs que nos llevan a los –aparentemente– más interesantes momentos de su existencia. Este estilo, últimamente muy común entre los jóvenes escritores franceses (como Mréjen, por ejemplo) resulta más que útil en Sida mental, pues otorga a la narración la frialdad necesaria como para que la lectura no nos canse.
En resumen, si leéis Sida mental, os encontraréis con una historia entretenida, fácil y rápida de leer, perfecta para un par de tardes estivales sin mucho que hacer. Sin más.
Uf, "Sida mental" rápida de leer sí... ¿pero fácil? Recuerdo un pasaje del protagonista masturbándose hasta sangrar que yo, por ej., no se lo recomendaría a mi abuela como lectura "fácil". Ah, y conste que a mí su vehemencia y sinceridad me moló bastante. Además, está editado por Periférica, lo que aquilata su valor. Yo le pondría un: "RECOMENDABLE".
ResponderEliminarY hablando del SIDA real, no el mental, mi anteúltima y reciente lectura ha sido "Al amigo que no me salvó la vida", de Hervé Guibert, y me ha gustado bastante. Un expurgo vital y documento sobre dicha enfermedad bastante guapo. "MUY RECOMENDABLE", le pondría a éste.
Y eso.
Buf, creo que voy a pasar. Entre que el argumento no me llama mucho, y esa insistencia masturbatoria de la que habláis los dos, me parece que no voy a buscarlo en mi librería más cercana...
ResponderEliminarqué graciosa reseña!!!! Queda bastante claro que es una de esas novelas escándalo-palabrotas: caca-culo-pedo-pis-porque yo lo vendo... aunque periférica sí me parece garantía de calidad, pero mira, casi que paso. Yo no puedo hacerme pajas y luego le hago preguntas incómodas a mi chico que se cree que leo porno o algo.
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