Título original: Behind a mask, or a Woman’s power
Idioma original: inglés
Año de publicación: 1866
Valoración: Está bien
Louisa May Alcott es, o más bien, fue una escritora norteamericana mundialmente conocida por su exitosa obra Mujercitas, cuyas repetidas adaptaciones a la gran pantalla, pese a conseguir logradas y enternecedoras versiones (la novela no es tan tierna), han terminado por provocar un empacho de mermelada en los espectadores reincidentes (y añadiré que incluso hay una serie de animación japonesa sobre las archiconocidas chicas March).
Pero la Alcott, al igual que su tenaz, talentosa, noble y algo hombruna Josephine, la segunda de las Mujercitas, también dedicó buena parte de su genio literario a escribir pequeñas historias de regusto esencialmente gótico para revistas y publicaciones menores, antes de consagrarse definitivamente de la mano de las cuatro hermanitas March, tan diferentes y similares a un mismo tiempo, y la versión sincera de lo que fue su propia vida y la de sus hermanas de carne y hueso.
Así, Louisa May, también cultivó el género negro a base de predecibles e intensas historietas de terror o suspense que tan buenas propinas le supusieron en sus comienzos, como esta Detrás de la máscara, una oscura novela que se publicó gozando ya la escritora de las mieles del éxito, y que presenta a un tipo de mujer en nada loable, enternecedor o digno, sino todo lo contrario: la señorita Muir, su protagonista, es una presunta institutriz que dice contar con diecinueve años, y que pese a no ser guapa, se las ingenia con sus poses y artimañas para lograr seducir a uno de los hombres ricos que conviven en la casa en la que entra a trabajar.
Después de leer este libro, en el que se describe a una especie de antítesis de la abnegada y sincera Jane Eyre, pocos podrán acusar a la escritora norteamericana de decantarse siempre por seres y tramas ejemplarizantes en las que se deja claro que el esfuerzo y la honradez son los caminos sacrificados pero seguros hacia el éxito; porque en este caso, la poco atractiva señorita Muir quiere dinero, gloria y un marido rico, y pese a su falta de dones, lo conseguirá de forma maquiavélica, haciendo lo que haga falta; mintiendo, fingiendo, embaucando y torciendo.
Seguramente, no seré yo el único que pueda mencionar a más de una o un señorita o señorito Muir: están ahí, se mueven por este mundo nuestro de rivalidades y complejos con aparente gesto modesto y oscuras intenciones, compensando su falta de cualidades y valores con una ambición desmedida y una falta de escrúpulos atroz que, probablemente, les conducirán al triunfo, sí, pero, asimismo, al nivel más raquítico de calidad humana.
También de Louisa May Alcott en ULAD: Fruitlands
He llegado a este blog gracias al artículo sobre Murakami y creo que me quedo, viene bien aprender algo nuevo sobre libros cada día.
ResponderEliminarSaludos.
¡Bienvenida, Cocó!
ResponderEliminar¡Qué bien que te guste el blog! ¡Bienvenida!
ResponderEliminarAquí nos tendrás de hoy en adelante, sin faltar ni un solo día...
Bienvenida!!
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