Año de publicación: 1990.
Valoración: Muy recomendable.
La obra de José Hierro es tan hermosa como sencilla, accesible incluso para quienes no acostumbran a leer poesía.
A su sensibilidad y ternura se le une un profundo compromiso ético, que el autor supo mantener tanto en su obra como en su vida.
Al finalizar la guerra civil española, Hierro (de origen madrileño pero residente en Cantabria desde muy niño) fue detenido y encarcelado por pertenecer a una "organización de ayuda a los presos políticos", uno de los cuales era su propio padre.
Pasó cinco años en prisión.
De sus vivencias allá, nacen muchos y muy buenos poemas, como Canción de cuna para dormir un preso.
Yo recuerdo haber compartido este poema con algunos chicos de prisión, a los que daba un taller de lectura, y que se emocionaron al leer:
"eres un niño que está serio.
Perdió la risa y no la encuentra.
(...)
La noche es bella, está desnuda,
no tiene límites ni rejas.
No es verdad que tú hayas sufrido,
son cuentos tristes que te cuentan.
Tú eres un niño que está triste,
eres un niño que no sueña."
Cuentan que Hierro no escribía nunca en su propia casa y que solía hacerlo en cafés, en los que, con lentitud y laboriosidad, fue creando toda su obra.
Esta antología a la que hago referencia (editada por Alianza) recoge algunos de sus poemas más populares, de los libros Tierra sin nosotros, Alegría, Con las piedras, con el viento.., Quinta del 42, Cuanto sé de mí, Libro de las alucinaciones, Agenda y Cuaderno de Nueva York.
Una selección interesante de uno de los mejores poetas españoles de los últimos tiempos.
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