Idioma original: inglés
Título original: The Road
Año de publicación: 2006
Valoración: Muy recomendable
La idea de la que parte Cormac McCarthy (el misterioso y prestigioso autor de No es país para viejos) en La carretera ha sido ya tratado ya en decenas, si no cientos, de libros y películas: se ha producido algún tipo de catástrofe apocalíptica en la Tierra, y sólo unos pocos seres humanos han sobrevivido. Un argumento que recuerda, por ejemplo, a Soy Leyenda (el libro de Richard Matheson y sus múltiples adaptaciones cinematográficas), Apocalipsis de Stephen King, 28 Días Después o Mad Max, entre otros mundos ficticios.
Sin embargo, McCarthy consigue evitar muchos de los tópicos y los peligros del subgénero. Para empezar, no se enreda con explicaciones sobre el origen del mal, que normalmente suelen caer en lo moralizante o lo simplista; en La carretera es difícil saber cuál es la causa de la catástrofe: sabemos que tiene que ver con la contaminación, y muy probablemente con el cambio climático (aunque esto nunca se dice explícitamente). Lo único que sabemos es que el cielo está cubierto de cenizas, que las plantas y los animales se han extinguido, y que la humanidad está a punto de seguir el mismo camino.
Pero además, el autor también evita construir la típica épica apocalíptica y prefiere un tono menor, más contenido, muy de su estilo. La historia se centra en torno a un hombre y su hijo (cuyos nombres ignoramos) y su interminable viaje sin esperanza hacia el sur y hacia la costa. Hay, por supuesto, buenos y malos ("nosotros somos los buenos", repite el niño cada cierto tiempo, buscando reafirmarse), pero, a diferencia de las variantes del mito postapocalípitico en que los malos se han transformado en zombies, en La carretera siguen siendo hombres: caníbales, desesperados, pero hombres, lo que impide reconocerlos a primera vista, e incluso puede llevar a dudar de qué lado se encuentra uno mismo.
La carretera ha recibido enormes elogios -elogios que probablemente son exagerados-: ganó el Premio Pulitzer en 2007, ha sido adoptada como propia por conocidos ecologistas estadounidenses, e incluso fue declarada por Entertainment Weekly como la mejor obra de ficción o no ficción de los últimos 25 años. Bueno, no nos pasemos. Digamos, simplemente, que Cormac McCarthy es un gran escritor, con un estilo brusco y conciso y un pulso narrativo envidiable, y que La carretera es una de sus mejores novelas, una especie de reactualización del miedo apocalíptico de la Guerra Fría, en la que el horror no es ya la guerra nuclear, sino el cambio climático.
También de Cormac McCarthy en ULAD: No es país para viejos, El Sunset Limited, Meridiano de sangre, Hijo de Dios, La oscuridad exterior
Título original: The Road
Año de publicación: 2006
Valoración: Muy recomendable
La idea de la que parte Cormac McCarthy (el misterioso y prestigioso autor de No es país para viejos) en La carretera ha sido ya tratado ya en decenas, si no cientos, de libros y películas: se ha producido algún tipo de catástrofe apocalíptica en la Tierra, y sólo unos pocos seres humanos han sobrevivido. Un argumento que recuerda, por ejemplo, a Soy Leyenda (el libro de Richard Matheson y sus múltiples adaptaciones cinematográficas), Apocalipsis de Stephen King, 28 Días Después o Mad Max, entre otros mundos ficticios.
Sin embargo, McCarthy consigue evitar muchos de los tópicos y los peligros del subgénero. Para empezar, no se enreda con explicaciones sobre el origen del mal, que normalmente suelen caer en lo moralizante o lo simplista; en La carretera es difícil saber cuál es la causa de la catástrofe: sabemos que tiene que ver con la contaminación, y muy probablemente con el cambio climático (aunque esto nunca se dice explícitamente). Lo único que sabemos es que el cielo está cubierto de cenizas, que las plantas y los animales se han extinguido, y que la humanidad está a punto de seguir el mismo camino.
Pero además, el autor también evita construir la típica épica apocalíptica y prefiere un tono menor, más contenido, muy de su estilo. La historia se centra en torno a un hombre y su hijo (cuyos nombres ignoramos) y su interminable viaje sin esperanza hacia el sur y hacia la costa. Hay, por supuesto, buenos y malos ("nosotros somos los buenos", repite el niño cada cierto tiempo, buscando reafirmarse), pero, a diferencia de las variantes del mito postapocalípitico en que los malos se han transformado en zombies, en La carretera siguen siendo hombres: caníbales, desesperados, pero hombres, lo que impide reconocerlos a primera vista, e incluso puede llevar a dudar de qué lado se encuentra uno mismo.
La carretera ha recibido enormes elogios -elogios que probablemente son exagerados-: ganó el Premio Pulitzer en 2007, ha sido adoptada como propia por conocidos ecologistas estadounidenses, e incluso fue declarada por Entertainment Weekly como la mejor obra de ficción o no ficción de los últimos 25 años. Bueno, no nos pasemos. Digamos, simplemente, que Cormac McCarthy es un gran escritor, con un estilo brusco y conciso y un pulso narrativo envidiable, y que La carretera es una de sus mejores novelas, una especie de reactualización del miedo apocalíptico de la Guerra Fría, en la que el horror no es ya la guerra nuclear, sino el cambio climático.
También de Cormac McCarthy en ULAD: No es país para viejos, El Sunset Limited, Meridiano de sangre, Hijo de Dios, La oscuridad exterior
Ayer leí la reseña que le hicistéis a este libro y decidí que me iba a gustar. Así que hoy mismo me he pasado por la FNAC y me lo he comprado. Me lo empezaré hoy mismo, antes de dormirme (es que soy incapaz de dormirme sin leer un poco, aunque sólo sea un párrafo :-)
ResponderEliminarYa comentaré qué me ha parecido.
Un abrazo!
Yo opino que la FNAC debería empezar a pagarnos una comisión;). A mí también me han dado ganas de leerlo, la verdad. Me ha recordado alguno de Ballard que me gustó..
ResponderEliminarLo empecé ayer por la noche y puedo decir que ya estoy bastante enganchado :-)
ResponderEliminarPues yo acabo de terminarlo y me ha decepcionado bastante. Me ha parecido lineal y soso. Me veré la peli a ver si le pone algo de sal a un relato que para mí, está batante hueco.
ResponderEliminarMe gustó mucho el libro. De Cormac he leído únicamente éste y “No es país para viejos”.
ResponderEliminarMccarthy puede lograr, empleando prosa sencilla, una historia potente. No es cualquier escritor el que alcanza este impacto con los recursos medidos de su escritura. Cormac tiene un estilo particular que no a todo el mundo le cae bien. Algunos dirán que es demasiado simple su literatura, pero se trata de eso, de una simplicidad que esconde fuerza, como Hemingway en sus novelas. Hay belleza y poder, y para hallarlos hay que saber leer.
“Cuando volvió al fuego se arrodilló junto a ella y acarició sus cabellos mientras dormía y dijo que si él fuera Dios habría creado el mundo tal cual sin ninguna diferencia” (p.162)
Me lo he terminado porque no me gusta dejar libros a medio leer, pero para mi esta novela es un tostón bruto. Y eso que es cortita. No tolero la parsimonia con la que se expresan los personajes, y en cuestiones apocalípticas, agrega muy poco al genero de la Sci Fi distopica.
ResponderEliminarBastante aburrida. Lo mas interesante es el final, de ahí en fuera poco y nada que recordar.
Me impresiona que lo metan en tantas listas de lo mejor de los 2000s
Debo de ser un raro... La carretera, meridiano de sangre, todos los hermosos caballos y sutree me parecen 4 novelones.. Cuatro obras maestras
ResponderEliminarBuena novela, sin duda recomendable. El final, muy poético, me entusiasmó.
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