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viernes, 12 de noviembre de 2021

William Deresiewicz: La muerte del artista

Idioma original: Inglés
Título original: The Death of the Artist. How Creators Are Struggling to Survive in the Age of Billonaires and Big Tech
Traducción: Mercedes Vaquero Granados
Año de publicación: 2020
Valoración: Recomendable para interesados (aunque algo obvio)

William Deresiewiczk, ensayista y crítico estadounidense, analiza en La muerte del artista las problemáticas que la era digital presenta a los creadores. El tratado hace especial hincapié en la faceta económica del asunto, por lo que no resulta sorprendente que baraje, entre otras cuestiones, la precariedad laboral o las limitaciones que las condiciones materiales imponen.

«Las principales plataformas tecnológicas han reducido el precio de su contenido digital a cero o nada. La audiencia lo agradece en primera instancia pero no se da cuenta de que poder escuchar música o ver películas de forma gratuita, también tiene un precio que acaban pagando los propios artistas. Cuanto menos dinero haya en las artes en general, más serán un juego de niños ricos.»

El formato de La muerte del artista puede resultar cargante. Esto se debe a que la metodología de Deresiewicz (una mezcla de observación del entorno, entrevistas y reflexión) dilata excesivamente el texto y lo satura de anécdotas. Sin embargo, hay que admitir que este formato tiene sus ventajas: imprime cercanía al conjunto, amén de propiciar una visión panorámica y multidisciplinar.  
 
Algunas de las conclusiones a las que se llega en estas páginas pueden ser obvias, especialmente para personas implicadas en el sector, pero otras tantas pasaban desapercibidas hasta que Deresiewicz las señalara. Así que recomiendo la lectura de La muerte del artista a los interesados en la materia. 

Ah, el escenario retratado aquí no es nada halagüeño, aunque si alguien tiene resiliencia, esos son los agentes culturales. De modo que, ya que, al menos por el momento, nada tiene visos de cambiar, y menos todavía para mejor, no queda otro remedio que afrontar la situación con la resignación que exhibe la mayoría de los entrevistados por Deresiewicz.  

«Es cierto que la gente ahora tiene muchas más herramientas para crear, pero al mismo tiempo, y por la misma razón, es mucho más difícil conseguir ser reconocido. Es un buen momento para los artistas aficionados pero no para los profesionales, aquellos serios que trabajan a tiempo completo y dedican su vida al arte. [...] Una cosa saber que tu vida va a ser un asco mientras te estableces y otra muy distinta es saber que lo va a ser siempre.»

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