Idioma original: inglés
Título original: My
Cousin Rachel
Traducción: Concha Cardeñoso
Año de publicación: 2017
Valoración: Muy recomendable
Un joven misógino y misántropo, perteneciente
a la aristocracia rural de un Cornualles con airesvictorianos, recibe en su mansión
a la viuda de su tío, bajo la sospecha de que la dama, prima lejana de la
familia aunque de madre italiana —esa peligrosa sangre latina…— está detrás de
la extraña muerte del tío en Florencia. Sin embargo, las sospechas se disipan a
medida que el joven, trasunto físico y emocional del tío, se enamora fatalmente
de la viuda Rachel. Con estos mimbres, no es de extrañar que los argumentos de
Daphne du Maurier (Londres, 1907 – Fowey [Cornwall], 1989), fascinaran
a Alfred Hitchcock, quien llevó al cine sus novelas Rebecay La
posada de Jamaica, y basó su celebérrimo film Los pájaros en un relato de la autora.
Mi
prima Rachel (publicada
en 1951) también ha sido llevada al cine recientemente por Roger Michell (2017), con la actriz Rachel
Weisz en el papel de su homónima en la ficción. Ataviada de negro por el luto,
en perturbadora combinación con sus oscuros ojos, la señora Ashley es descrita
por el narrador, el joven heredero Philip Ashley. Mediante este recurso de perspectiva,
Maurier nos escamotea el mundo interior de una dama que se perfila plagado de
claroscuros y matices. Rachel simboliza ese “eterno femenino” inescrutable y
peligroso —la femme fatale que tan bien documentó Erika Bornay—, elaborado durante siglos
por hombres temerosos ante el poder de la mujer. Así pues, esta es la historia
de un tío y un sobrino vencidos por su incapacidad para aceptar la personalidad libre
y mudable de la prima Rachel. No en balde, la lucha de los sexos y sus
dificultades de comunicación reposan en elfondo de esta sugerente historia.
La exposición de los hechos en
primera persona se plantea como una analepsis, un flashback a modo de confesión para descargar la conciencia de Philip,
torturado desde las primeras líneas por la imposibilidad de saber si su prima
era o no era culpable…En los primeros compases, el narrador relata un episodio
que vivió siendo un niño huérfano acogido por su rico y solitario tío Ambrose:
la visión del cadáver de un campesino ahorcado por matar a su esposa en un
arrebato de ira y celos. Esta siniestra estampa da pie a una trama
perfectamente urdida para mantener en vilo al lector, quien tan pronto confía
en eljoven y se convence de la pérfida maldad de la viuda italiana —cuyo
enigmático perfil se compara con el de una moneda de la antigüedad romana, en
paralelismo con su interés por la herencia del difunto—, como se pone del lado
de la pobre dama, agobiada por un muchacho ególatra, mimado e intolerante.
La autora traza con elegancia y
fineza la psicología de los personajes, una de las grandes bazas de la obra. Esto
se percibe en el retrato del protagonista —desdoblado entre Ambrose y Philip,
pues son la misma clase de hombre—: frío y desdeñoso frentea las pasiones
humanasal comienzo y, más tarde, presa de unos celos enfermizos hasta el
paroxismo mental y físico. En contraste se halla Rachel: una mujer madura dotada
de grandes habilidades sociales y refinada inteligencia. La pluma de Daphne du
Maurier, además, destaca por su facilidad para crear ambientes cargados de
detallismo simbólico —ese caballo sudado y exhausto que maneja Philip; esos
árboles exóticos que Rachel planta en las inmediaciones de la finca y cuyo
fruto mata a los animales que lo devoran—.
La novela no puede soltarse
—lo que, según para quien, es un mérito o un demérito (me encuentro entre los
que opinan lo primero)—, aunque apetecería que avanzara más rápido en sus
páginas centrales, cuando el tira y afloja se estanca. El corazón del relato,
con la descripción del día a día en la mansión de Cornualles, busca un efecto ralentizador
para llegar, increscendo, hasta el
desenlace. Esto empuja a leer con prisa determinados fragmentos que resultan más
lentos o reiterativos. En cualquier caso, el manejo de la intriga no exenta de
tintes góticos —con guiños al Poe de la perversión y las casas unidas a sus
inquilinos—, la misteriosa figura femenina que es Rachel para su primo —aunque un
lector atento observe que es solo una mujer atractiva con mala suerte— y ese
final abierto —¿quién es culpable aquí?, ¿quién, inocente?— convierten esta
novela en una lectura ideal de verano.
También de Daphne du Maurier en ULAD: Bésame otra vez, forastero, Monte Verità
También de Daphne du Maurier en ULAD: Bésame otra vez, forastero, Monte Verità
Firmado: Purificació Mascarell
Muy recomendable. A mí me enganchó.
ResponderEliminarA la altura de Rebecca. Sobresaliente como casi todo de esta maravillosa escritora.
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