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domingo, 10 de mayo de 2015

Rafael Pinedo: Plop

Idioma original: español
Año de publicación: 2006
Valoración: recomendable

Pues menos mal que no hice caso a mi primera intención. Tras cuatro o cinco páginas iniciales, ya andaba yo convencido de que estaba ante una novela juvenil (un día hablaré de novela juvenil) o hasta infantil, y que todo ese rollo del onomatopéyico nombre del protagonista y la correspondiente anécdota inicial de su nacimiento no eran más que el preámbulo de una especie de fábula.
Pero tranquilos: aquí no hay gatitos ni ardillitas ni animalitos cucos que nos aleccionan sobre nuestro mal comportamiento como especie dominante. Aquí hay bastante mala baba.
Plop es una novela corta de trama post-apocalíptica. Plop es el nombre de su protagonista, un humano de una suerte de nueva especie humana surgida tras lo que parece una hecatombe nuclear o una catástrofe química o algo que ha dejado el planeta bastante mal. No hay comida, el agua solo puede beberse cuando cae como lluvia, ha desaparecido toda la comodidad propia de la civilización. Más que nueva especie, la humanidad de ha deshumanizado en cuanto civilización supone una serie de premisas de comportamiento que, claro, cuando ha pasado lo que parece haber pasado, y el hambre y la necesidad acucia, pues empiezan a no representar una prioridad. Así que olvidémonos de modales en la mesa, ropa limpia, protocolo de apareamiento, diálogo para resolver las discrepancias, buen trato a las otras especies, protección de la infancia, y algunas otras cosas. Y metámonos de lleno en sus sustitutos dentro de lo que es el nuevo paradigma de aquello que se llamaba humanidad. Violencia, problemas, sexo de libre albedrío, dominación en función del poderío físico. ¿Dije violencia? ¿Mucha violencia? Los valores están enterrados entre lodo y agua estancada de poco fiar. Y Plop, protagonista, inicia su escalada dentro de esa sociedad donde cualquiera que pueda disponer de aquello que nos apetezca a nosotros resulta ser un enemigo en potencia.
Mencionar las referencias de aquí visibles de Pinedo, otro escritor desaparecido precozmente, nos lleva a ciertos nombres clásicos, sobre todo Cormac McCarthy, que aquí resulta doble referencia. Por el tono parecido a La carretera (seré sacrílego: me decepcionó La carretera) y por cómo me recuerda Plop personaje al muchacho de Meridiano de sangre. Obras más recientes incluirían un poco esos personajes siniestros y desarraigados de la nueva novela rural en su versión más cruda y violenta. No es una novela para todos los públicos y, por favor, pido, no entren aquellos que la lean en el fácil debate de si ese mundo devastado y asolado (en el cual, detalle que a mí me sobra, escasean los libros y la gente que recuerda lo de leer y escribir) es posible que sea el del futuro o no lo sea. Teniendo en cuenta que escribo esto en la primera semana después de lo de Charlie Hebdo. Plop es fantasía, por cuanto puede que sea el futuro de la humanidad, pero también porque, desgraciadamente, algunos de sus aspectos son el presente de la humanidad para muchas personas, y nosotros aquí leyendo y poniéndonos las manos en la cabeza por cualquier minucia.

4 comentarios:

  1. Dudo que McCarthy sea referente alguno para Pinedo. Sobre todo la carretera, ya que plop se adelantó unos añitos.
    Cuestión relevante al compararse ambos libros en la mayoría, por no decir todas, de las reseñas del libro que nos ocupa hoy.
    También opino que este libro gana en magnitud dentro del contexto de la trilogía apocalíptica de Pinedo; formada por Plop, Frío y Subte. Todos ellos imprescindibles.
    Un saludo.

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  2. Veo la afirmación de *Pablo G* y la subo: dudo que McCarthy sea referencia alguna para cientos de escritores que antes que él, han fantaseado con mucho acierto sobre la vida en la Tierra tras un apocalipsis cualquiera. Y que conste que a mí 'La Carretera' sí me gustó, pero me parece que va siendo hora de bajar al americano de ese pedestal absurdo donde el público le ha elevado. Recomiendo igualmente la trilogía completa de Pinedo y especialmente, Los Genocidas de Thomas M. Disch para degustar amargos manjares post-apocalípticos.

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  3. A ver: independientemente de que haya fechas que cuadren o que no, y como los lectores solemos abordar las lecturas en órdenes erráticos cuando no aleatorios, he de decir que cuando hablo de referencias lo hago no hablando en términos de influencia: simplemente menciono algunas otras obras, anteriores o posteriores, de tono parecido o temática similar. En cuanto a lo de descabalgar a McCarthy, he de esperar a zamparme, un año de estos, la Trilogía de la frontera.

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  4. Pues hablando de la Trilogía de la Frontera, a mí Meridiano de Sangre me pareció insoportable. De hecho uno de los pocos insultos que he recibido en los comentarios de mi blog se debe precisamente a que resumí esta novela tal cual.

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