Título original: The First Fifteen Lives of Harry August
Año de publicación: 2014
Valoración: recomendable
Cuando empezamos a leer este libro, creemos que Harry August es un hombre normal. Hijo bastardo de un noble inglés, su madre (criada en casa del noble) muere después del parto y es dado en adopción (por aquello de guardar las apariencias) a una pareja de trabajadores del mismo noble, quienes lo cuidarán como si fuera su propio vástago. Lleva una vida de lo más convencional, pasan los años y se muere. Vale. Pero resulta que vuelve a nacer, hijo bastardo del mismo noble inglés y dado en adopción a la misma pareja de trabajadores... y ay, resulta que recuerda a la perfección todo lo vivido en su vida anterior. Así que lo cuenta, lo encierran en una institución y termina por tirarse por la ventana. Y vuelve a nacer, hijo bastardo del mismo noble, etc., etc.
Así descubre que es una de las no pocas personas en el mundo incapaces de morir y poner punto y final a sus vidas, por lo que se dedica –en cada una de sus existencias– a buscar a aquellos que son como él, mientras estudia las más diversas materias para intentar comprender qué es lo que le hace volver a nacer y no olvidar lo que ya ha vivido (lo cual, en ocasiones, puede ser un engorro: ¿os imagináis tener tres años físicamente y más de doscientos mentalmente? Uf). Así pasa de una vida a otra, hasta que, al final de la decimoprimera, una niña acude a su lecho de muerte para decirle que el mundo se acaba más rápido de lo que debería y que sólo él puede evitarlo.
Debido a lo que la pequeña le cuenta, Harry August dedicará sus cuatro vidas siguientes a intentar detener un proceso que no sólo amenaza con borrar de la faz de la Tierra a aquellos que son como él, sino también con cambiar para siempre y de forma irreversible la historia tal y como la conocemos.
Las primeras quince vidas de Harry August se nos presenta, así, como una reinvención de las historias de viajes en el tiempo. Es cierto que Harry no viaja en el tiempo (al menos, lo que hasta ahora entendíamos como tal), pero, gracias a que siempre nace en el mismo sitio, en el mismo momento y bajo las mismas circunstancias y a que sabe qué va a pasar en el futuro, puede tomar decisiones diferentes y alterar así el curso de la historia.
Aunque deberíamos decir que esta primera novela de Claire North es una obra de ciencia-ficción, no faltan en ella elementos de thriller, de novela histórica o incluso de novela de aventuras. La autora dedica una pequeña parte del libro a tratar el tema de las paradojas temporales, cómo no, pero por suerte para nosotros no se recrea en el tema, sino que deja que la acción siga su curso y envuelva al lector en un amasijo de vidas, saltos en el tiempo (pues la historia no está contada de forma lineal, lo que suma puntos e intriga) y acontecimientos entrelazados del que no le será nada fácil salir. Por eso podemos decir que, a pesar de que Las primeras quince vidas de Harry August no ha debido de ser nada fácil de escribir, es sin duda es una delicia para leer. Así que ya sabéis...
Super interesante este libro, me lo apunto...
ResponderEliminarParece una copia de Volver a empezar, de Ken Grimwood.
ResponderEliminarNacho, yo pensé lo mismo de este libro: "vaya, ya está aquí el primer fusilamiento del libro de Grimwood"...
ResponderEliminarPero me equivoqué por completo. Siendo, como es el libro de Grimwood, excepcionalmente bueno, el libro que nos ocupa es una maravilla también.
Es muy dinámico y se lee muy rápido, y el final es simplemente apoteósico.
Me ha encantado el libro y, si te gustó el libro de Grimwood, éste no le quita su sitio.
Muy recomendable!