Páginas

jueves, 24 de noviembre de 2011

Peter Shaffer: Amadeus

Idioma original: inglés
Título original: Amadeus
Año de estreno: 1979
Valoración: Muy recomendable

Que no os confunda la fama de la película: la obra de teatro de Peter Saffer fue antes. De hecho, Peter Shaffer colaboró en el guión de la película basada en su obra, e hizo algunas alteraciones sustanciales (y acertadas en varios casos, en mi opinión). Claro que también hay que decir que Shaffer no puede atribuirse el mérito de inventar el mito de que Salieri asesinó a Mozart por envidia: este rumor nació poco después de la muerte del propio Mozart, y fue introducida ya en una obra de teatro nada menos que de Pushkin, adaptada después por nada menos que Rimski-Korsakov (gracias, Wikipedia).

En todo caso, la película dirigida por Milos Forman en 1984 es una de mis favoritas, así que cuando fui a ver la obra hace algunas semanas iba con cierta prevención: ¿me decepcionaría? ¿Sería demasiado igual a la película? ¿Intentarían los actores del teatro imitar a los actores el cine, como pasó en la representación que vi de Un tranvía llamado deseo en el mismo teatro? Pero no: la experiencia teatral de Amadeus no solo fue distinta a la de la película, sino que fue incluso superior en algunos aspectos. Por ejemplo, la obra (o la representación que yo vi) utiliza espléndidamente recursos dramáticos (movimientos en escena, cambios de escenario, iluminación, vestuario) que la película, por imposición del propio medio, no puede emplear.

Sería absurdo criticar a la obra por no ser históricamente verídica, no solo porque la ficción no debe rendir necesariamente pleitesía a la realidad, sino porque el propio Shaffer introduce dos elementos que cuestionan la propia veracidad de la obra: en primer lugar, como en la película, toda la obra está narrada por el propio Salieri en sus últimos días, ya senil y demente, por lo que no es un "narrador fiable"; y además, otros dos personajes, a modo de marco narrativo, comentan la acción de la pieza y la cierran definitivamente repitiendo "No me lo creo, no me lo creo" ante las noticias de la autoinculpación de Salieri.

Hay dos elementos que en la obra me parecieron mucho más evientes que en la película: el humor, y el sexo. La obra es muy divertida, y está llena de personajes ridículos (Mozart, el emperador, el propio Salieri incluso), aunque en la segunda parte pierde ese tono ligero para hacerse cada vez más sombría. En cuanto al sexo, está constantemente presente en la forma en que Salieri mira el mundo: sexualidad reprimida o sublimada a través de la música, que se convierte en lujuria desatada después de la "rebelión contra Dios". Creo que hacer una lectura freudiana de la obra es tan fácil, que no tiene mérito.

Amadeus ha pasado a la cultura popular como una representación casi mítica de la envidia. Pero hay otro tema que me parece igualmente interesante: el misterio del genio creativo. Cómo nace. En qué consiste. Cómo se reconoce. Por qué ciertas personas están tocadas por el don magnífico (y a veces, terrible) del artista mientras que otras deben conformarse con ser meros "artesanos" de su oficio, con dignidad pero sin grandiosidad. Por supuesto, la oposición radical que plantea Shaffer es tramposa y simplista (entre otras cosas, porque Salieri era, en opinión de los musicólogos, un compositor notable), pero contiene el germen de una pregunta verdadera y muy contemporánea: ¿quién decide quién es artista y quién no lo es? ¿La posteridad, el poder, la moda, los críticos? ¿Es el genio algo innato o es fruto del trabajo (o no existe)? ¿Está en el creador, o en la creación?

Y todo esto, claro, con música de Mozart. Qué más se puede pedir...

4 comentarios:

  1. A mí también me encanta la película. Tiene algunas escenas brutales. Y ese monólogo final de Salieri sobre la mediocridad ("soy el santo patrón de los mediocres") me parece increíblemente bueno.. A ver si puedo ver la obra de teatro en algún momento!

    ResponderEliminar
  2. Esa parte del "Santo Patrón de los Mediocres" ya estaba en la obra de teatro, es muy buena...

    Aparte de detalles menores (por ejemplo la escena de la composición del Requiem que me encanta de la película no está en la obra), la mayor diferencia entre un medio y otro es que el teatro permite crear personajes mucho más caricaturescos. El mismo Salieri es bastante ridículo (obsesionado con la comida, reprimido sexual, envidioso, vamos una joya), y Mozart, aún más que en la película...

    Sí, si montan alguna versión de Amadeus, recomiendo ir a verla, aunque (o especialmente si) ya hayas visto la película.

    ResponderEliminar
  3. la película es genial..
    sobre todo porque al fin de cuentas fue real... Mozart se immortalizo entre los 5 mas grandes ( quizas el n 1) y salieri no lo estudia nadie en la escuela...

    ResponderEliminar
  4. Pareciera que Shaffer más que colaborar con la adaptación del guión, fue quien HIZO ese trabajo, ya que fue a él a quien ese entregó el Oscar por mejor guión adaptado.
    Muy buen artículo. Saludos

    ResponderEliminar

Deja a continuación tu comentario. Los comentarios serán moderados y solo serán visibles si los aprueba un miembro del equipo.