Título original: Conversations on writing
Traducción: Núria Molines Galarza
Año de publicación: 2018
Valoración: Interesante
Abordar un libro de entrevistas a un autor consagrado es —si nos apropiamos del mantra de Forrest Gump— como abrir una caja de bombones. Son libros cuya reseña siempre me resulta enormemente difícil y cada vez que publico una me juro y me perjuro que será la última. Y aquí estamos otra vez.
Efectivamente, nunca sabes lo que va a salir cuando abres uno de estos libros porque el ángulo y el rigor del entrevistador que plantea las preguntas juega un papel determinante y porque cada entrevistado tiene su talante, su ego y sus manías. Y es que, así como La Frantumaglia proclamaba «Bienvenida a mi profundo e intenso mundo interior-literario» y Conversaciones con Ian McEwan destilaba ese «Puedo opinar con consistencia sobre cualquier cuestión que se me plantee», Conversaciones sobre la escritura sería algo así como «Escribir es mi manera natural de contribuir a que todo sea mejor, si eso es posible». (*)
Resumen resumido: El escritor David Naimon y Ursula K. Le Guin se reúnen en tres ocasiones para hablar sobre narrativa, poesía y ensayo, las dos primeras en la KBOO, una modesta emisora del East Side de Portland, y la última en casa de la propia autora.
La decisión de estructurar las conversaciones en tres bloques temáticos puede parecer demasiado rígida a primera vista, pero funciona muy bien ya que Ursula K. Le Guin tiene experiencia en las tres y, lo que es mejor, las ideas muy claras. David Naimon, por su parte, es un fan declarado de la autora pero no por eso cae en la anécdota o el menudeo; conoce la obra, tiene una idea bastante acertada de «lo que mueve» a la autora y sabe poner el foco en las cuestiones de calado. Las conversaciones que se desarrollan a partir de ahí pivotan siempre alrededor de la literatura y la narrativa al tiempo que ofrecen un retrato muy sincero de la mirada de Ursula hacia el mundo.
La única y gran decepción que me ha proporcionado Conversaciones sobre la escritura es su extensión: apenas alcanza las cien páginas, incluyendo los fragmentos de las obras de la autora que irrumpen puntualmente entre las conversaciones. Sin embargo me doy cuenta de lo mucho que eso tiene que ver con la personalidad de Ursula K. Le Guin, una mujer lúcida, directa e inteligentísima y con cero tendencia al regodeo:
«Si escribes una villanesca, pues leñe, escribes una villanesca y sanseacabó. No escribes algo parecidito y vas diciendo que es una villanesca. Las normas hay que tomárselas en serio y, al seguirlas, verás que la necesidad de tener que cumplir con ciertos requisitos te da algo que hacer. No sé por qué siempre es así y siempre funciona.»
La voz de Ursula K. Le Guin es poderosa y transmite mucha verdad; no hay puesta en escena, ella habla así para la entrevista, tal como debe hablar en su casa mientras hace una ensalada de patata y eso, en esta era del postureo cegador es todo un acto de generosidad hacia el lector.
Sobre la valoración, digo Interesante pero no puedo decir Recomendable porque las entrevistas a escritores no son lecturas mainstream, por así decirlo. Conversaciones sobre la escritura no ofrece, para nada, una inmersión en los mundos ficticios de la autora ni un repaso de los pormenores de su vida. A mí me ha servido para acercarme a ella, comprender los mecanismos que la llevan a escribir como escribe e interesarme por su faceta ensayística. Sospecho que me ganó definitivamente en este punto:
«Cuando Maybeck planeaba una casa se imaginaba la familia que acabaría viviendo allí. No diseñaba una “máquina para vivir” o para expresar su ego, como hacen muchos arquitectos (algo que suele alabarse). Hacía todo lo contrario y aun así las “Maybecks” son perfectamente reconocibles.»
Qué maravilla. Casi tanto como lo que hizo en 2014 al recoger la Medalla a la distinguida contribución a las Letras Americanas de la Fundación Nacional del Libro en el 65° National Book Awards. Disponía de seis minutos para dar un discurso y decidió prepararlo a conciencia resultando una maravillosa amalgama de ironía, dulzura y lucidez incontestable, con la que repartió collejas a toda la concurrencia. El vídeo se hizo viral. Escuchadla con detenimiento y si al acabar no la adoráis de pies a cabeza es que no tenéis ni una gota de sangre en las venas.
(*) Con qué desfachatez pongo afirmaciones en boca de, ni más ni menos que, Elena Ferrante, Ian McEwan y Ursula K. Le Guin.
Buena reseña, y gracias por el vídeo de U K. Le Guin, brillante, pocas veces se ha dicho tanto de la Literatura en particular, y la Cultura en general, con tan pocas palabras, U K. Le Guin, una sabia desde su humildad.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Beatriz, efectivamente al acabar se la adora de pies a cabeza, gracias y un saludo
ResponderEliminarPaco, muchas gracias por comentar.
ResponderEliminarUn saludo.
Paloma, gracias a ti por pasarte.
Saludos.
Muy interesante Beatriz gracias kempes 19
ResponderEliminarKempes 19, gracias a ti por pasarte.
ResponderEliminarHola, Beatriz:
ResponderEliminarYo llegué de adulta a la ciencia ficción, porque, entre otras cosas, mis estudios de literatura se centraban en la literatura "seria" (creo que se me entiende) Sin embargo, muchos de mis amigos de ciencias eran voraces lectores de ciencia ficción y terror, creándose así una extraña dicotomía entre lo banal y lo profundo, lo sesudo y lo entretenido, que ni es real ni tiene sentido.
Así que de adulta he descubierto que me encanta, y que enriquece enormemente el acervo literario e imaginativo de una persona.
No sé si leeré este libro, pero más de ella, seguro.
Yo tengo sobredosis de realismo, cinismo, pesimismo y violencia. Necesito más poesía y fantasía.
¿Y vosotros?
Saludos de esta abuela
En mi juventud,leí solo una obra de Ursula K Le Guin: La mano izquierda de la oscuridad. Recuerdo que me impactó profundamente. Sin embargo, y vaya a saber uno por qué, nunca reincidí en su obra. Un error que intentaré enmendar.
ResponderEliminarLa reseña es estupenda, y ese video de 6.08 minutos una pequeña joya. Muchisimas gracias, Beatriz, por tan bellos obsequios!
El Puma
Lupita, me parece muy interesante tu planteamiento. Tal como yo lo veo, la ciencia ficción no deja de ser una forma más de reflexionar sobre el ser humano pero desde una óptica diferente, desde una realidad inventada (o no tanto). Como en todo, si la obra es de calidad pues mejor.
ResponderEliminarY sí, ya hay demasiada "realidad" en nuestras vidas, un poco de imaginación siempre es buena.
Un abrazo.
Puma, gracias a ti por pasarte.
Un saludo.