Idioma original: Castellano
Año de publicación: 2017
Valoración: muy recomendable
Esta es la quinta
entrega que Julián Ibáñez hace de las peripecias protagonizadas por Bellón, un
personaje del que el autor apenas nos ha dado como referencia el apellido y su
imperiosa necesidad de estar permanentemente buscándose la vida, como chivato, o
matón, o gorila, descargando un camión de fruta, o aceptando cualquier chapuza
que le reporte cinco, diez, veinte eurillos con los que mantenerse a flote una
noche, un día más, en una supervivencia cuyo horizonte es tan corto que parece
llevarlo pegado a la nariz.
No es que Bellón
esté pasando un bache, una mala racha. Es que Bellón jamás ha salido del
agujero. ¿Qué se puede esperar de un tipo cuyos bares de referencia son el
Petunia, la Cepa, o el Elefante Blanco y mantiene su sede operativa en el Menta
y Canela? Lo de Bellón no son casos, ni episodios o aventuras, es el relato de
una vida en el alambre, en el que el inventario de caídas se registra por
acumulación.
Julián Ibáñez
(Santander, 1940) lleva escritos decenas de libros, la mayoría de género negro
aunque también ha tocado el palo juvenil, y ha ido dejando títulos por un
reguero de editoriales. Su estilo, áspero y directo, en el que lo puede ser contado con tres palabras no precisa de
cuatro, está al servicio de historias desgarradas y lúgubres, sin moralina ni
moraleja. Las aceras de los polígonos industriales, los descampados de las periferias
urbanas, los puticlubs de carretera, las calles polvorientas de urbanizaciones
fantasmas, el espacio que surge desde la periferia meridional de Madrid hacía
el sur, son los lugares predilectos por donde pululan personajes sombríos,
desesperanzados, duros de pelar, como esas chicas que hacen equilibrios sobre
un bordillo.
Con Bellón, Julián
Ibáñez ha dado vida a un protagonista capaz de crear un vínculo más estable con
el lector. El personaje apareció en El
viejo muere, la niña vive (2014) y nos ha deparado Gatas salvajes, Todas las mujeres
son peligrosas (ambas en 2015) y Canino
(2016) y, efectivamente, no tiene nada de heroico. Bellón no apunta ninguna
virtud con la que empatizar; no es leal, ni sincero, ni honrado, ni decente. Pero
como cantaba Lou Reed, Bellón nos da un garbeo por el lado salvaje. Un lado que
Ibáñez, quien cita a Raymond Chandler como referente, sabe retratar con ironía,
sagacidad y despiadado realismo, en primera persona. Con mucha acción y
toneladas de incorrección política. Con un protagonista en las antípodas del héroe
habitual del género, al que le importa un bledo la verdad, la justicia o la
venganza, pues Bellón tiene de sobra con rodar otra vuelta en la ruleta de la
vida y dejarse caer en alguna casilla no demasiado hostil. A ello aplica afanosamente
su cerebro en El matón al que engañaban
las mujeres, siempre en tensión por encontrar una nueva oportunidad, jugada,
certeza, capaz de ser transformada en ingreso, ventaja, recurso. Y, por
supuesto, con los chispeantes diálogos marca de la casa:
“-Había oído otra cosa.No logró disimular cierta sorpresa.-¿Qué otra cosa?-…Que la rubia hizo la maleta.Continuó mirándome.-La rubia –dijo al fin-. Se teñía.”
Estupenda reseña. No le había seguido la pista a Julián Ibáñez desde su magnífico "El baile ha terminado", que tenía para mí un aliciente extra pues sus personajes se mueven por los lugares que me son cotidianos. Me gustó mucho su estilo directo, conciso, descarnado. Leeré la primera novela de esta serie de Bellón. Un saludo
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Creo que Julián Ibáñez nunca me ha decepcionado y "El baile ha terminado" a mí también me parece, desde luego, magnífico. ¡Espero que lo disfrutes!
ResponderEliminarLibros a reseñar en ULAD:
ResponderEliminarTristram Shandy
Pickwick
Libros de Auden
Libros de Pound
Libros de Susan sontag
Poesía Cesar Vallejo
Ensayos Orwell
Cuadernos Valery
Mas obras de Chatwin, ribeyro, levrero celine.
Un saludo. Solo son sugerencias pero serían grandes reseñas de grandes libros!
Vaya deberes que nos pones, colega!
ResponderEliminarVeamos. El Tristram Shandy lo tendremos en una temporadita. Un poco de paciencia.
Me apunto lo de Susan Sontag. Le daré una vuelta y tendréis algo en unos meses, lo llevó a mi lista.
Lo de Cesar Vallejo me encantaría pero no sé si hoy en día me siento capacitado. Lo pensaré.
El resto se lo dejo a mis colegas.
Un saludo!
Muchas gracias. Y otra cosa. Me gustaría saber las edades de los que realizáis el blog para ver qué gusto corresponde a cada edad.
ResponderEliminarUn saludo fuerte uladianos÷
Perdón por la intromision. A mí me parece más interesante conocer vuestros gustos literarios. La edad..pues no mucho. Un saludo
ResponderEliminarPerdón por la intromision. A mí me parece más interesante conocer vuestros gustos literarios. La edad..pues no mucho. Un saludo
ResponderEliminarHola, anónimo:
ResponderEliminarSobre las peticiones de reseñas, por mi parte creo que pronto caerá alguna ma´s de Bruce Chatwin y en cuanto a los Papeles del Club Pickwick... lo leí hace muchos años, pero me resultar tentador volver a hacerlo... estate atento/a al blog ; )
En cuanto a lo de la edad, me disculparás pero no me siento cómodo explicando aquí ciertos detalles personales, por más que muchos se nos escapen, inadvertida e inevitablemente, en las reseñas. de todos modos, no sé si es demasiado significativo sobre los gustos de cada cual; en mi caso, por ejemplo, los libros que más me han gustado de los últimos que he leído son "Terroristas modernos" de Cristina Morales, que nació unos cuantos años después de un servidor y "Watchmen", el cómic de Moore y Gibbons...que realizaron, precisamente el año que nació Morales...
Lo que quiero decir, por si no me explico bien es que mis gustos literarios son de lo más variado, heterogéneo y hasta caótico.
Un saludo , en todo caso, y gracias por visitarnos.